El Gobierno estadounidense confirmó ayer haber bombardeado un campo de entrenamiento del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Libia, en el que murieron al menos 40 personas, tras confirmar que los extremistas que estaban en él suponían “una amenaza directa” para Estados Unidos.
Según informó el portavoz del Departamento de Defensa de EEUU, Peter Cook, en rueda de prensa, el ataque aéreo contra las instalaciones del EI se llevó a cabo “de acuerdo con leyes internacionales” y con el conocimiento de las autoridades libias.
“Durante la noche, se realizó un ataque aéreo en Libia, dirigido contra el campo de entrenamiento del EI cerca de Sabratah, y contra Nuredine Chouchane, también conocido como Sabir, de nacionalidad tunecina y quien era un facilitador de alto nivel del EI en Libia”, aseguró.
Cook subrayó que Libia representaba una amenaza” para la seguridad nacional estadounidense. (EFE)