La música chicha no es lo peor…

Hace unos días, los choferes de La Paz se comprometieron con el Alcalde Revilla a mejorar la calidad en el servicio del transporte público (en hora buena).

Lo que me llamó la atención es que uno de los dirigentes (Gonzalo Choquehuanca) señaló a la prensa que instruyeron a sus afiliados evitar poner música chicha porque “se desconectan de la realidad” (aleluya, por fin se dieron cuenta).

Sin embargo hay que precisar que esta iniciativa no figura en el compromiso escrito, es sólo una intención.

Aclaro que la música chicha es una mezcla de cumbia, huayño peruano y otros ritmos tropicales con letras cursis y repetitivas. Algunos choferes la oyen hasta el punto de quedar como zombis.

La buena noticia es que esta música se irá retirando del transporte. La mala noticia es que la música chicha no es lo peor, hay cosas mucho peores, por ejemplo: aquellos programas donde los locutores (por hacerse populares e interesantes) hablan palabrotas y disparates sin ninguna consideración con el público.

Aquellas radios con locutores y locutoras que imitan el acento argentino (no hay nada más feo que un locutor sin personalidad).

O aquellos programas donde el 90 % del contenido es publicidad y chacota, como si los oyentes fueran simples consumidores de cualquier cosa.

Es cierto que los choferes que escuchan música chicha todo el día se desconectan de la realidad y son fácilmente manipulados por los políticos y por la publicidad, pero también es cierto que se debería sugerir a los transportistas evitar malos programas y malos locutores, que son más nocivos que la música chicha.

(*) Consultor en Comunicación. Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.

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