Bolivia no vuelve en SÍ

De este largo como interminable coma político, en el que Bolivia se halla sumida desde hace más de una década, hoy el pueblo ha decidido rechazar la aspiración de los quedadizos, objetando palmariamente la reforma del artículo 168 de la Constitución Política del Estado.

Ningún otro resultado podía esperarse después de los groseros escándalos ocurridos recientemente, como los del Fondo Indígena; los contratos chinos y su relación con un fallido romance de S.E.; las barcazas chinas; el cruento incendio de la Alcaldía de El Alto; la inoportuna desaparición de nuestro satélite Túpac Katari, que pudo agilizar este moroso computo, son la gota que colmó el vaso.

A las 6:34 de la tarde del domingo 22 de febrero, el Tribunal Supremo Electoral en su página Web, daba cuenta que el NO se imponía al SÍ por casi el doble de los resultados obtenidos por las encuestadoras. A esa hora se mostró un total de 561.737 personas que votaron por el SÍ, o sea el 36.49%, frente a 977.856 que emitieron su voto por el NO, 63.51% haciendo un total del 100%. Fue allí cuando se decidió ir a un inusual cuarto intermedio, hasta las 8 y 30 de la noche, cuando aparecieron los “resultados preliminares” arrojando resultados calificados como un empate técnico, o el equivalente de un fraude monumental.

Sin embargo, en un rapto de hidalguía o inocencia, en la madrugada del lunes la presidenta del TSE, Katia Uriona ratificó, mediante un último boletín oficial basado en el 72,5% de un conteo rápido y furioso de los votos, que el NO se imponía con 56,5% al SÍ, que contaba con 43,2%, lo cual significaba una considerable diferencia de 13 puntos. Seguidamente prometió un nuevo reporte para las diez de la mañana de ese mismo día, acto suspendido por la molestia de don Antonio Costa que juzgó que dichos reportes eran de exclusivo uso interno de la Corte, procediendo a sustituir la entrega de datos prometida, con una conferencia de prensa de S.E. anunciando su reclusión en el Chapare, como dueño de un restaurante, donde se llevaría a una periodista como cocinera.

Entretanto, a tiempo de pergeñar el presente artículo continúa el procedimiento rápido y furioso de recuento que, al parecer, tiene por único objetivo acortar la victoria del No sobre el SÍ y si es posible, suplantarla a toda Costa. Ya van seis departamentos que han confirmado una inequívoca victoria y Oruro pugna por lograr esos dos puntos que le faltan para ganar. Cochabamba pareciera un caso cerrado, pese al revés que el Chapare significó para la fórmula del SÍ.

En La Paz y El Alto, ha sido muy forzado inflar tan desproporcionadamente la victoria del SÍ, olvidando la derrota que sufrió el MAS en ambas localidades, no hace ni un año, y subestimando la memoria e inteligencia de los paceños y alteños que, gracias a dicha victoria, entronizaron como Gobernador a Felix Patzi, y a Soledad Chapetón y Luis Revilla como alcaldes. Pese a esta realidad, parece que no se convencen de que Bolivia ya no vuelve en SÍ.