Profocom ¿éxito o fracaso?

El Ministro de Educación invita a profesionales de la Educación a cursar un año en el Profocom para impartir docencia en el sistema privado, y así “tonifiquen” la tarea de maestros(as) (MM) licenciados. El Programa de Formación Complementaria para el magisterio es implementado y financiado por el Ministerio de Educación, en el cumplimiento del Art. 77 de la Constitución Política del Estado. Hechura a la medida de la ley 070 Avelino Siñañi y Elizardo Pérez. Su tipo de enfoque es descolonizador (desde los elementos curriculares) integral y holístico (en las dimensiones y la metodología) comunitario (en el modelo de aprendizaje y productivo (en la orientación y formación). Éste enfoque se desarrolla con una estrategia metodológica que se sustenta en la vocación, formación y práctica de los MM.

Propone una linealidad que va desde la práctica-teoría-valoración-producción, para terminar en un “círculo vicioso”. Se arroga el estatus de Universidad otorgando títulos de licenciado (intrascendente para el Vicepresidente). Su objetivo, fortalecer una formación holística y vocación de servicio de MM en ejercicio, aceptable si se lo hiciera con rigor y genere “resultados”, ¡pero no! La ausencia de contenidos “modernos” es patética. Ello se advierte en el módulo 1°, donde se “equipara” saberes ancestrales, costumbres y mitos con ciencia. Por esto, la “descolonización” está mutando en una “re-re-recolonización” que –por decir lo menos- es inducida por sus facilitadores con bajo nivel (técnico) que estigmatizan obras universales como la Ilíada, la Odisea, clásicos como Platón, Aristóteles, autores nacionales como Alcides Arguedas, etc., la repetición de tareas sin rigor, terminan “adoctrinando” a los MM. Se habla de 40.000 “titulados”, cuando el magisterio supera los 100.000. ¿Por qué una Licenciatura de 4 a 6 años se lo hace en 2, elaboran tesis, ¿cómo y quién lo evalúa?

Pretende una “sobreexposición” comunitaria (indiana) sobre la Ley educativa (neoliberal) 1565, y termina –solo- coincidiendo en lo intercultural; matices más, matices menos. La ausencia de didáctica y rigor –en sus facilitadores- muestran al programa como una parafernalia. Intentan “recuperar” la experiencia y vivencia de los MM, dicen, ¿cuáles? Si todo mundo advierte que –muchos de- éstos por años de años hacen “instrucción” (repetitiva), ¿de qué vocación, formación y práctica se habla?, entonces se advierte como una imposición, que no ha calado, excepto como “chantaje”: búsqueda de mejoras salariales (en unos) y conservar sus fuentes de trabajo (en otros).

Por ello, la invitación del Ministro admite el fracaso. El haber excluido (desde 2006) a profesionales de la Educación con el pretexto siguiente: el neoliberalismo, por años, favoreció a la clase media urbana, ahora le toca a la clase media rural. Para ello se “orquestó” la Ley 045 que sobredimensionó algún “racismo” (pre-juicios) in-significativo en Bolivia, para sustentar su retórica “discriminadora” con el afán de “adueñarse” del pensamiento y la palabra.

En consecuencia, se observa la ausencia de un currículum educativo que permita comprender que no somos una “isla” (o un gueto). La confusión entre saberes, mitos, costumbres con ciencia ahora se la pretende “superar” con profesionales de la Educación que con creatividad, técnica y rigor pueden sistematizar saberes/metodologías ancestrales y saberes/metodologías modernas, para generar un currículum que responda a los objetivos del mercado (populista) capitalista.

El autor es Director del Centro de Investigación, Servicios Educativos y de Comunicación, C.I.S.E.C.