¿La justicia boliviana es un mercado persa?

Esta cleptocracia que administra la justicia está dejando en agonía el sistema judicial de todo un pueblo que depositó sus expectativas y esperanzas en un proceso de cambio, pero que al final no está dando resultados. Es de verdad paradójico y contradictorio que hoy el que denuncia allanamiento, hurto, robo agravado, asesinato, violación -lo digo con claridad-, el denunciante, si no tiene dinero puede terminar en la cárcel, caso en el que deberemos suponer que el imputado (parte denunciada de la comisión de un delito) de uno de estos ilícitos tiene un poder económico de respaldo. Esta es una realidad cotidiana de los litigantes, que saben que aquí no se está descubriendo la pólvora, solo se está manifestando de manera precisa, clara y taxativa pormenores del actuar inoficioso de administradores de justicia.

La pregunta hace temblar los cimientos más profundos de nuestra sociedad. Abogados, fiscales, jueces y policías, personal calificado en el desenvolvimiento de sus cargos, desde luego que saben y conocen a perfección la ley, porque de lo contrario cómo pueden utilizar la ley para lucrar y posteriormente salvarse de culpa por el manipuleo de la justicia. Necesitan muchos conocimientos y pericias para investigar, dictar y mandar sobreseimientos, para imputar, someter a delincuentes avezados a procesos abreviados, negociando las penas y dándoles pena mínima a los amigos de lo ilegal y posterior a esto la suspensión condicional de la pena.

Es decir que conocen la ley de manera detallada y minuciosa porque para venderla la tienen que dominar, pero solo para satisfacer sus intereses más bajos, decir que sí cuentan con muchos conocimientos y mucha experiencia. Pero todos estos conocimientos los utilizan en el arte de la infamia, de la mentira de los sofismas que a título de justicia son solo actos de chicanería. Saben que están cometiendo ilícitos penales dentro de la manipulación de la justicia, pero a estos administradores de la ley y de la justicia fariseos, doctos del conocimiento y el arte de explotar al pobre, no les interesa en lo más mínimo todo esto, solo piensan en sus mentes abigarradas y sin sentimientos en enriquecerse robando al pueblo lo único que tienen, su esperanza y su fe, dejándolos sumidos en su miseria.

“En un país donde la corrupción campea en todos los estratos de la justicia, la chicanería parece que fuera legal”, lo cual es una vergüenza…

“La justicia se asemeja a una mañana de sol pleno que transmite su belleza e irradia su calor por igual para todos, la justicia de la misma manera debería ser impartida por igual sin ningún tipo de miramientos o conveniencias y peor aún de intereses económicos, ésta debería ser distribuida de manera equitativa entre los hombres, porque los administradores de justicia, los conocedores de la ley, los abogados tendrán que rendir cuentas muy pronto al juez único y verdadero, al Dios de David y Dios nuestro y este será implacable con ellos… así que mejor reflexionen”.

El autor es abogado penalista UMSA.