Publicación reúne más de un siglo de investigaciones de la Puerta del Sol

El texto titulado “Enigmática Puerta del Sol en un Tiwanaku coloso y misterioso”, del museógrafo boliviano Julio César Velásquez, reúne las indagaciones de más de una cincuentena de investigadores nacionales y extranjeros, que a partir de 1890 comenzaron a denominar, al mayor monumento arqueológico de piedra del país, como una portada dedicada al astro solar.

Velásquez, que dirigió el Museo Nacional de Arqueología (Munarq) por más de 25 años, reunió diversas opiniones vinculadas a la escultura lítica que le permitió hacer una recopilación histórica de las apreciaciones de diferentes personalidades, también incluyó en su obra más de 200 páginas de fotografías y grabados inéditos de varias épocas.

”La primera vez que recibió el nombre como la conocemos a la magnífica escultura –Puerta del Sol– fue en una publicación que salió en la revista Bolivia, en una edición de 1890”, dijo el autor, quien asegura que todas las apreciaciones recopiladas en su libro son sumamente respetables, ya que se tiene el objetivo de difundir el conocimiento sobre el monumento que forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.  

Fueron varios años –destacó el museógrafo boliviano– en ser elaborado el libro, para poder ofrecer un cuadro analítico sobre los dictámenes de los más encumbrados investigadores sobre la civilización Tiwanaku, especialmente de aquellos que han realizado estudios acerca de la famosa litoescultura, y de la cual se halla aún irresoluta la ciencia y la filosofía.

Entre los investigadores que forman parte de la recopilación histórica se encuentran Arturo Posnansky, Carlos Ponce Sanginés, Leo Pucher, Fritz Buck, Belisario Diez de Medina, Alfonso Stübel, Max Uhle, además de otras personalidades científicas. También se incluyen las referencias de algunos cronistas españoles durante la Colonia, sobre el centro ceremonial de Tiwanaku.

Por otra parte, respecto a la rajadura que tiene el portal en su ángulo superior izquierdo y el hecho de que sus jambas se encontraban ligeramente inclinadas, en el texto “Enigmática Puerta del Sol en un Tiwanaku coloso y misterioso”, se describe que fue en 1910 que Manuel Vicente Ballivián, Presidente de la Sociedad Geográfica de La Paz, encontró que yacía en el suelo, por lo que con el apoyo de un equipo del ferrocarril Guaqui-La Paz, la hizo reponer de forma adecuada y como se lo conoce actualmente.

SÍMBOLOS Y SIGNIFICADO

En relación a los símbolos del friso de la Puerta del Sol, Velásquez considera que la interpretación de la magnífica simbología, ayer y hoy, continúa siendo motivo de especulaciones, pese que una gran parte de los investigadores estima que se trata de un calendario astronómico. “Desde los más  fantasiosos hasta los moderados, los hombres de ciencia siguen buscando respuestas a sus interrogaciones enigmáticas, pero la antigua civilización encierra sus secretos negándose mostrarlos a la luz”, dijo a EL DIARIO el autor del libro.

El sorprendente portal, fue trabajado en un solo bloque, en piedra andesita que pesa aproximadamente 10 toneladas, tiene 2,75 metros de altura y 3,84 metros de longitud, una anchura de 50 centímetros y el significado de la iconografía tallada con figuras antropomorfas y seres alados, además de la sorprendente imagen central en su friso, todavía no han podido ser descifradas plenamente por la arqueología. De ahí que existen diversas interpretaciones sobre su iconografía.

Para Velásquez el monumento arqueológico demuestra la grandeza de la civilización de Tiwanaku, que desarrolló el arte y la ciencia con hombres de mucha capacidad creativa, al diseñar una  litoescultura tan extraordinaria y maravillosa que tuvo una función ceremonial y no sólo decorativa. La tapa del libro reproduce por primera vez una representación del portal que fue elaborado en 1847 y que pertenece a Epifanio Velásquez Sivila, un antecesor y familiar del autor de la obra.

Las personas que deseen contar con un ejemplar del texto “Enigmática Puerta del Sol en un Tiwanaku coloso y misterioso” pueden comunicarse con su autor Julio César Velásquez al teléfono  número 701 68342 en la ciudad de La Paz.