La Fundación Milenio, con el mejor criterio y sentido previsor, previene que ante la baja continua de los precios del gas, minerales y materias primas, corresponde que el Gobierno evite los gastos dispendiosos, suprima aquellos innecesarios y que disminuyen la capacidad adquisitiva del país por el hecho de que gastando más de lo que se debe en lo que es prescindible, se agudiza el déficit comercial y se empobrece la economía nacional. Hay que entender que los déficits en la balanza comercial han subido excesivamente, llegando a 774 millones de dólares, que no se registró desde el año 2003.
La disminución de valores de nuestras exportaciones señala claramente menor ingreso de divisas y su consecuencia es que se dispone de menor cantidad de dinero para atender tanto el gasto público como lo que corresponde en regalías para los departamentos productores de gas y minerales. Igualmente, el descenso del IDH afecta a las gobernaciones, alcaldías y universidades. Según estimaciones del INE las exportaciones bajaron considerablemente: de 13.028 millones de dólares en 2014 bajaron en la pasada gestión 2015 a $us. 8.909 millones, es decir una disminución de $us. 4.119 millones. Igualmente, las importaciones bajaron el 2015 en la proporción de $us. 878 millones en relación con 2014. Sin embargo, el año 2015 las importaciones fueron mayores a las exportaciones, dando como resultado el déficit comercial de $us. 774 millones.
Milenio, en los estudios que realiza, muestra conocimiento, investigación y responsabilidad que es preciso tomar en cuenta; así, en relación con los niveles de precios, hace las siguientes consideraciones: “En el año 2000, el precio del gas vendido al Brasil llegó a $us. 1,51 /MM BTU y las exportaciones totales a $us. 1.475 millones. En 2005 el precio del gas subió a $us. 2,59/MM BTU y las exportaciones a $us. 2.948 millones. En 2012 el precio del gas se multiplicó por 3,5 veces y las exportaciones por 4,1 veces. El precio del gas comenzó a disminuir el 2013 y en 2015 llegó a $us. 5,52/MM BTU; empero, aún fue mayor en 113 por ciento en relación a 2015 y las exportaciones en 2015, pese a su caída significativa, fueron 202 por ciento superiores respecto al 2005”.
Las cifras son claras y muestran, forzosamente, un camino a seguir: austeridad en los gastos, gestión administrativa eficiente, comportamiento general basado en la honestidad y la responsabilidad; en otras palabras, el país y sus posibilidades financieras no pueden dar para gastos excesivos y menos para realizar “inversiones” como el caso Fondioc que ha trastrocado cualquier previsión económico-financiera.
Mientras no se observe las condiciones de austeridad, será muy difícil superar exitosamente la crisis. En otras circunstancias, podría decirse que el ahorro o la austeridad serían definitivos para el éxito; pero, ahora, dadas las experiencias pasadas sobre el mal manejo económico, corresponde agregar las condiciones de austeridad con honestidad y responsabilidad.
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