¡Gloria en el narco!

Muchos de los problemas que aquejan y agobian a este gobierno, y a aquellos que le son similares en la región, son: la falta de información; la deficiente e intoxicada información que recibe el presidente de parte de sus colaboradores; la inmisericorde cantidad de los voceros, y las enormes y valiosas oportunidades que éstos pierden, al no quedarse callados.

A esta irrefrenable manía de batir la lengua sin coordinar entre los actores los temas a ser tratados y dirigidos a lograr los objetivos esperados, hace que toda la estrategia trazada se pierda y corra el peligro de convertirse en un bumerang, que vuele en contra de sus inventores.

Un ejemplo de dicha aseveración es el caso ocurrido la semana pasada, cuando el Ministro de Defensa manifestó haber sido testigo de que en enero pasado, el presidente Evo Morales ordenó la detención de su ex pareja Gabriela Zapata, a quien se le acusa de tráfico de influencias, empero, el Jefe del Estado acababa de aclarar en una conferencia de prensa el día 5 de febrero, o sea un mes después: “Repito nuevamente, que recién esta mañana he averiguado qué era de su vida”.

Otra de las contradicciones surgidas en lo interno del gobierno fueron las dos versiones referidas a la fecha en la que la Srita. Zapata inició su trabajo en la empresa china CAMC, que variaba entre los años 2013 y 2015. Asimismo, la ejecución de las boletas de garantía, que según el Ministro de la Presidencia fue el 4 de febrero, recién fue realizada el día 22 de ese mismo mes.

Como un broche de oro a esta fiebre de indiscreciones, en una desafortunada intervención periodística en Caracas - Venezuela, durante los actos de homenaje por los tres años del fallecimiento del micomandante Hugo Chávez Frías, S.E. acusó a la cadena de televisiva CNN de: “tener como corresponsal en Bolivia a un narcotraficante perseguido por la justicia”, acusación que fue aclarada de inmediato por esa cadena, calificándola de “falsa y peligrosa” y aclarando que la corresponsal de esa agencia televisiva en Bolivia es la ilustre periodista Gloria Carrasco, cargo que ejerce desde hace más de diez años, con una trayectoria profesional excelente e intachable y reconocida por todos los bolivianos.

Como quien dice lo que no debe, escucha lo que no quiere, en un estilo similar al de S.E., el presidente del Parlamento de Venezuela calificó a los mandatarios asistentes al homenaje, de “parásitos internacionales” que esta vez se irán como vinieron: con las manos vacías porque dólares no hay.

Entretanto, con una pertinacia inexplicable y persistiendo en su tenor, S.E. reiteró a la Agencia Boliviana de Información: “en los hechos el corresponsal en Bolivia de CNN es el narcotraficante Carlos Valverde, porque toma las versiones que éste propala y no las contrasta, como manda el periodismo serio”. De esta forma el mandatario mató a dos pájaros de un tiro, entre ellos una paloma mensajera que no merecía esa suerte y cayó sin pena ni ¡Gloria en el narco!