Relaciones entre vocero y el Gobierno son tensas

Las relaciones entre el expresidente y representante de la demanda marítima Carlos Mesa y el gobierno de Evo Morales son más tensas luego que el exmandatario, por segunda vez, a través de su cuenta de Twitter, afirmó desde España que ningún contrato estatal de 2004 puede ser una “cortina de humo” en las investigaciones entre los años 2013-2015 sobre tráfico de influencias de la empresa china CAMC.

“Seamos claros, ningún contrato de Estado a Estado en 2004 puede ser cortina de humo para investigación sobre t. de influencias en 2013-2015”, escribió Mesa en su cuenta personal de Twitter @carlosdmesag.

Las declaraciones de Mesa surgen a propósito del escándalo por supuestos actos de corrupción que vinculan a la expareja de Evo Morales, Gabriela Zapata, y a la empresa china CAMC, donde tenía el cargo de gerente comercial.

Parlamentarios del oficialismo que forman parte de la Comisión Mixta de Investigación señalaron el miércoles pasado que el responsable del “desembarco” de la empresa china a Bolivia, ahora investigada por sus contratos con el Estado, fue el gobierno de Carlos Mesa que firmó un contrato comercial de compra de bienes con China en 2004, para la adquisición de equipos y maquinaria para redes de gas.

Para el MAS, estos contratos comprometieron al Estado boliviano a continuar con los contratos con la firma china bajo reglas de juego del país asiático, es decir, que el Gobierno de Morales solo dio continuidad a lo que dejó la administración del actual vocero de la causa marítima.

Para el diputado del MAS Javier Zabaleta, la firma CAMC no es una empresa traída por el presidente Evo Morales, puesto que llegó en el gobierno de Carlos Mesa (2003-2005). El senador Milton Barón reforzó esa versión señalando que Mesa trajo a la CAMC a Bolivia y “a partir de ese convenio marco se vinieron los diferentes contratos”.

En relación a esto, Mesa también escribió: “Mi gobierno firma contrato con China. Gobierno de Rodríguez crea Fondioc. Eso nos convierte en responsables de su gestión entre 2006 y 2016?”.

ALEJAMIENTO

Primero fueron las diferencias de criterio en torno al referéndum constitucional. Carlos Mesa afirmó que no estaba de acuerdo en una tercera repostulación de Morales, actitud que molestó en gran manera al Gobierno, en especial al Jefe de Estado que lo acusó de tener “doble discurso” y valerse de su designación para pretender postularse a la Presidencia en 2019. Acusaciones que Carlos Mesa las negó rotundamente.

El Gobierno también se molestó porque Mesa afirmó en una entrevista en enero pasado que el Jefe de Estado “le debe a Goni (expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada) más de lo que se atreve a reconocer” porque con las políticas que aplicó Morales logró concretar sus políticas económicas y sociales.

A pesar de los anuncios de autoridades del entorno del Primer Mandatario afirmaron que la tarea de “los voceros” fue muy importante en la primera etapa de la demanda marítima y que una comisión evaluará el rol de los expresidentes; el Jefe de Estado aún no se pronunció sobre si Carlos Mesa seguirá como representante oficial o no.