¿Cuántos tipos de locutores existen?

Sé que usted me está respondiendo que existen muchos tipos de locutores, por ejemplo: locutores comerciales, animadores, comentaristas, informativistas, deportivos, etc. Sin embargo, desde mi modesto punto de vista sólo existen dos tipos: “los buenos y los malos”, eso es todo.

Los malos son aquellos que hablan y hablan todo el tiempo sin decir algo inteligente. Se pasan parloteando y chacoteando sin ton ni son. Son aquellos que piensan que si leen titulares de los periódicos ya están bien informados.

Son aquellos que fingen su voz para sonar como argentinos, cuentan chistes tontos de los que nadie se ríe (ni ellos mismos) y se ven obligados a repetir risas pregrabadas para no hacer el ridículo.

En cambio los buenos son aquellos que hacen una locución impecable, se preparan, leen (no sólo periódicos, sino libros), investigan, se preocupan por estar al día, toman en serio su trabajo, no improvisan.

Los buenos son originales, únicos, no tienen que fingir la voz, han educado sus voces y se han educado a sí mismos para ofrecer lo mejor de sí a la audiencia. Son naturales, cordiales y respetuosos.

Y ahora, otra pregunta: ¿cuántos locutores buenos conoce usted? Estoy seguro que puede contarlos con los dedos de una mano… ¿verdad? ¿O le sobran dedos?

El problema radica en la falta de formación, en la ausencia de vocación de los locutores, en la escasa autocrítica. En el excesivo mercantilismo de los propietarios de medios que piensan que los locutores y los programas sólo sirven para vender cualquier cosa.

Créanme… la audiencia merece algo mejor.

(*) Consultor en Comunicación. Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.

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