Vía Oruro-Pisiga: sueño que se transforma en 50 años

Oruro (EL DIARIO).- La construcción del camino Oruro-Pisiga fue un sueño de hace más de 50 años. El pionero de la iniciativa fue Josermo Murillo Vacarreza, escritor e investigador, que planteó como una alternativa para llegar más rápido a las costas del Océano Pacífico, desde Oruro.

La idea se planteó en forma pública, pero los gobiernos de entonces, rechazaron ese objetivo de Oruro, porque decían que, por ese camino, “los chilenos nos iban a atacar más fácilmente y se iban a ingresar con facilidad, para apoderarse de más territorio”.

Josermo Murillo advirtió que ese camino “será la única salida comercial y económica, más rápida, no solo para Oruro, sino para Bolivia, porque se puede conectar con el mundo económico más activo”, refiriéndose a Estados Unidos y a Japón.

Nadie quería encarar ese proyecto. Todos los gobiernos de turno, siempre ponían obstáculos y excusas. Las grandes movilizaciones, al mando del Comité Cívico de Oruro, se realizaron durante la década de 1970, con el gobierno dictatorial de Hugo Banzer Suárez.

El presidente del Comité Cívico, David Delgadillo Almaraz, dirigió el paro cívico, para lograr acuerdos con el objetivo de “mejorar el camino de tierra” desde Oruro hasta Pisiga. El camino se estabilizó en algunos lugares, pero lo más importante, es que el proyecto, considerado aún como un sueño, ya estaba en la agenda internacional, no solo de Oruro, sino también de Iquique.

El proyecto fue compartido. El alcalde de Iquique, Jorge Soria Quiroga, se comprometió a mejorar y, en el futuro, asfaltar, el tramo desde Iquique hasta Pisiga Bolivar. Los chilenos aceleraron las obras y el objetivo se cumplió en forma paulatina, pero en el lado de Bolivia, las cosas eran muy difíciles.

“Los orureños y los iquiqueños querían unirse primero por un ferrocarril y luego por una carretera. Por 23 o 24 años de mi vida, soy el alcalde de Iquique y mi gran tarea histórica hasta hoy es haber luchado para que se construya una carretera pavimentada entre Iquique y Oruro”, dijo Soria Quiroga.

Recordó también a Enrique Miralles Bonecarrere, que en la década de 1970, también era Alcalde de Oruro, había expresado su respaldo a esa iniciativa, pero el sueño era imposible de ejecutar, primero, porque no había estudio a diseño final ni había dinero suficiente para encarar la obra.

El diseño fue encargado a la ex Corporación de Desarrollo de Oruro. Esa misma institución, tuvo que realizar el ripiado y construcción de la plataforma, por tramos, pero esas obras desaparecían a los pocos meses, por el intenso tráfico de motorizados, especialmente por el ingreso de enormes camiones con mercadería proveniente de los puertos de Iquique.

Durante la década de 1980, con los gobiernos democráticos, en vez de ejecutarse el proyecto Oruro-Pisiga, se concretó el asfaltado del tramo Patacamaya-Tambo Quemado.

En el caso de Oruro, como no había recursos, se tuvo que hacer por tramos de 40, 45 y 50 kilómetros, es decir, poco a poco, con los pocos recursos que tenía la ex Corporación de Desarrollo de Oruro y de la ex Prefectura y, con la “ayuda” del Tesoro General de la Nación.

El 2013, la Facultad Nacional de Ingeniería, organizó las primeras jornadas de Ingeniería Vial, donde se volvió a reclamar la ejecución del proyecto Oruro-Pisiga. El Gerente regional de la ABC, Edwin Gonzáles Murillo, anunció que el último tramo, el más complicado, se podría terminar el 2015, porque ya se había adjudicado el proyecto Toledo-Ancaravi, a la empresa Congar.

El gran problema es que ni siquiera ese tramo, Toledo-Ancaravi, se podía ejecutar en sus 62.4 kilómetros. Ese tramo tuvo que ser dividido en dos. El primer tramo, de 14.2 kilómetros comprende a Toledo y la comunidad de Kulluri. El segundo tramo, de 42.2 kilómetros, era de Kulluri a Ancaravi.

“Es una red vial fundamental que puede concretarse”, dijo Carlos Antezana García, hoy rector de la Universidad Técnica de Oruro.

El alcalde de Iquique, Jorge Soria Quiroga, dijo que es un “sueño de orureños e iquiqueños que se transforma para unir los dos oceános, Atlántico y Pacífico, estamos hablando de los años 1965, 1966 y 1967, hasta que cayó el gobierno de Salvador Allende y después se cortó el contacto por otros 20 años”.

El mayor problema para concretar ese camino Oruro-Pisiga era pasar los ríos y, por eso, primero se construyeron los puentes, tanto para pasar el rio Desaguadero, como para pasar el rio Lauca y otros que en época de lluvias se convierten en caudalosos.

El último reporte de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), del pasado 11 de marzo de 2016, dice que solo faltan 17 kilómetros para terminar el pavimentado entre Kulluri y Ancaravi. De los 42 kilómetros, ya tiene pavimento rígido 25 kilómetros, pero falta todavía 17 kilómetros.

“Esperamos su conclusión en agosto de 2016”, dijo Edwin Gonzáles. El proyecto debía estar terminado en 2015, pero hubo retrasos. No había banco de agregados y se tuvo que trasladar materiales de construcción desde Belén de Andamarca y también de Santiago de Andamarca, poblaciones lejanas al camino Oruro-Pisiga.

Sin embargo, el sueño de hace más de 50 años, está a punto de ser una realidad.

DATOS

- Con el colocado del pavimento rígido a los 41 kilómetros del tramo Kulluri-Ancaravi, resta el último tramo para concluir la carretera internacional Oruro-Pisiga, con destino a Chile.

- El gerente regional de la Administradora Boliviana de Carreteras, Edwin Gonzales, en el año 2105 dijo que hasta abril de 2016 será concluida la obra.

- El camino beneficiará a todas las comunidades del occidente del departamento de Oruro, e inclusive permitirá conectar el tránsito vehicular desde Ancaravi hasta Tambo Quemado, con el tramo Turco-Cosapa, que también está en proceso de construcción.

- Según el informe del gerente regional de ABC, el proyecto está financiado por la Corporación Andina de Fomento, con 25 millones de dólares. El Estado tiene un aporte de 30 millones de bolivianos, para la provisión de cemento.