Corría el año 1824, y José de San Martín ya había ocupado Lima, siendo nombrado “Protector” del Perú. Asimismo, se había efectuado en Guayaquil la entrevista de Bolívar y San Martín, quedando como responsable del futuro de la libertad de América, el general Simón Bolívar, el Libertador.
Naturalmente, Lima como centro y capital del Virreinato del Perú, era un nido de godos nobles, y aristocráticos españoles.
Vale decir que en las luchas revolucionarias, si bien las familias patriotas eran más en número, los godos españoles eran bastante numerosos, de ahí que existían quienes lanzaban denuestos contra el Libertador y el Protector.
Existían varios periódicos en Lima, entre ellos “El Centinela” y el “Triunfo del Callao”, y uno de ellos acogió un artículo, donde una periodista limeña, goda oculta, por supuesto, lanzó una seria de diatribas en contra de los libertadores.
La periodista en cuestión era la señora Bárbara de León, naturalmente lo declarado por ella no era en algunos casos discutible, sin embargo se trataba de unas declaraciones por demás desvergonzadas, según los patriotas, y aplaudidas y verídicas según los españoles.
La señora Bárbara en su artículo decía que ambos libertadores eran de pésima educación, groseros en sus tratos, tratando a su prójimo como a sargentos, o soldados de cuartel con la misma grosería, soberbia y altisonancia.
Que eran de oscuro nacimiento, el uno de origen africano y el otro de origen salvaje guaraní. Lo cual hasta cierto punto era veraz. Se añadía que el general Bolívar, lo mismo que el general San Martín, eran de mirada torva, aspecto feroz, asesinos, sanguinarios, codiciosos, y avaros, antirreligiosos, aficionados a visitas cotidianas a burdeles. Esto último nada verídico.
Añadía la señora León que San Martín no era virtuoso, al contrario, y que el general Bolívar era del todo inmoral. Que el primero, San Martín, era un borracho perfecto, por su afición a la bebida, y el otro, el general Bolívar, era un mujeriego erótico incansable. El uno muy ligado a Baco, y el otro a Venus.
San Martín, decía, era grueso, fornido, alto, de tez sumamente morena, propia de nuestros salvajes guaraníes, parecía un cacique guaraní. Bolívar, pequeño, muy pequeño, muy delgado y fino.
Naturalmente, en la sociedad limeña el artículo causó beneplácito entre las familias españolas, y sonrisas entre los patriotas. Algún patriota contestó al artículo de la señora Bárbara León en el diario “El Centinela”, publicando lo siguiente en sus partes más salientes:
La señora Bárbara de León parece una mujer de muy mal gusto, vulgar en sus apreciaciones, prefiriendo antes que a ambos Libertadores, a los españoles: el general Canterac, enano, de voz amujerada, él sí de mirada torva, más bajo que Bolívar, o al general Valdez, de nariz afilada de brujo, de mal vestir, larguirucho, y acostumbrado a convivir en el cuartel con sus subordinados y desconfiado, retraído en su trato con la alta clase de Lima.
Sociedad Bolivariana de
Bolivia, fundada en 1926.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |