Vuelve el radioteatro en vivo a La Paz con la obra Momo

Con un elenco renovado con la inclusión de Patricia García y el músico Carlos Gutiérrez, el grupo Octáfono bajo la dirección general de Wara Cajías vuelve a traer a los escenarios paceños el Radioteatro en vivo con “Momo” que se estrena el martes 22 de marzo a las 20.00 en el Teatro Nuna (Calle 21 Calacoto). La segunda función será el jueves 24 a la misma hora.

Es así que María Teresa Dal Pero, Luis Bredow, Mauricio Toledo, Sachiko Sakuma y Bernardo Rosado reflexionan sobre el tiempo y la calidad del mismo a partir de una adaptación del clásico alemán de Michael Ende, Momo.

El trabajo cuenta con el apoyo de la Embajada de la República Federal de Alemania.

Esta es la tercera obra en este formato que presenta el grupo después de las exitosas “La Ratonera” y “Dracula” y según relata la directora el proyecto nació el pasado 2014 gracias a la idea de la exactriz del teatro de Los Andes, Teresa de Dal Pero.

Según señala Mauricio Toledo, Momo es la propuesta más musical que realiza el grupo donde también se crearon instrumentos alternativos a los habituales.

“Me gusta la idea de ver al radio teatro como una manera de rescatar lo que la tecnología ha pasado por delante. Sin elementos digitales, y esto sucede al lograr armar el mundo sonoro de Momo”, señaló.

Para Cajías, uno de los principales alicientes para su trabajo es que logró rodearse de gente que le permite crecer como artista, personas que según comenta la conmueven con su sencillez, profesionalismo y talento.

“Es una experiencia única poder crear de la mano de esta gente. Uno de mis maestros, Roberto Ciulli, me decía que el 60 por ciento del éxito de una obra son las personas que una escoge, y que escogen trabajar contigo”, indicó afirmando que la clave para el éxito que hasta ahora ha conseguido la compañía de Radio Teatro es la versatilidad de los actores, quienes no solo conmueven a la directora sino también al público.

SOBRE MOMO DE MICHAEL ENDE

Momo es una pequeña niña, que vive en un pueblo de una tierra lejana. Nadie sabe nada de ella ni ella sabe mucho de su vida. No sabe qué edad tiene ni por qué se llama Momo. Un día, el aspecto del poblado donde vive, comienza a verse perturbado por la presencia de unos hombres extraños, vestidos de gris, con sombreros y portafolios, como los que usan los banqueros; y justamente ellos son los agentes que convencían a las personas de invertir su tiempo en una especie de banco de tiempo, intercambio desigual en todas las aristas del trato.

¿En qué usamos el tiempo que ahorramos?, ¿el tiempo se puede ahorrar? son las preguntas que el autor nos plantea en esta narración, que si bien fue pensada para el público infantil, nos aporta ciertas interrogantes que son de vital importancia para percibir cómo es que estamos viviendo nuestro tiempo, el tiempo que ocurre y decimos que nos pertenece.