La presidente Dilma Rousseff designó ayer a su antecesor y padrino político Luiz Inácio Lula da Silva, salpicado en las últimas semanas por asuntos de corrupción, como nuevo titular del influyente Ministerio de la Presidencia de Brasil.
En una nota oficial, Rousseff informó que Lula asumirá esa cartera, que hasta ahora estaba en manos de Jaques Wagner, quien pasará a ser jefe de gabinete.
Con su incorporación al gabinete de Rousseff, Lula pasará a tener foro privilegiado y todas las causas en su contra deberán pasar a manos de la Corte Suprema, lo cual deberá dilatar todos los procesos.
Por otro lado, con gritos de “fuera”, batiendo cacerolas y haciendo sonar sus bocinas, miles de brasileños expresaron ayer su rechazo al gobierno de Dilma Rousseff, acorralado por una crisis política sin precedentes, y contra el nombramiento como ministro del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien tiene abiertas varias causas por presuntos casos de corrupción.