Actor Luis Bredow critica la gestión de Culturas

(Oxígeno) El reconocido actor de teatro Luis Bredow generó la noticia dominical al hacer pública su renuncia al Premio Eduardo Abaroa 2015, en la categoría “Actor Audiovisual”. El actor anuncia que no recibirá el mencionado galardón: “Tengo la obligación de conservar la libertad de expresar mi opinión y de no comprometerla por la gratitud que debería al Ministerio de Culturas”.

En una extensa carta suscrita el 18 de marzo, Bredow hace públicas a la gestión en el Ministerio de Culturas “en cuanto se refiere al teatro y cine bolivianos. Estas no son criticas antojadizas de un comedido, sino las de una persona que está en el deber de expresarlas. En efecto, los actos u omisiones del Ministerio de Culturas influyen poderosamente sobre la calidad y extensión de mi profesional y del de todos mis colegas y teatristas”.

Nacido en Oruro el año 1947, Bredow es uno de los referentes indiscutibles en el panorama actoral boliviano. Sus participaciones en el cine, ya sea en producciones nacionales o internacionales, son varias y variadas. Su recorrido en el teatro es aún más largo, según reseña el diario Opinión.

El jurado del Premio Nacional Eduardo Abaroa lo incluyó en la lista de los ganadores de la gestión 2015, entrega que se cumplirá en los próximos días en una gala. Bredow fue declarado ganador como “Actor Audiovisual” por su participación en la película Olvidados, producida por la reconocida actriz Carla Oporto.

“Desde el año 2005, el Ministerio de Culturas no ha llegado a desarrollar una política pública con objetivos concretos y de largo alcance, con un presupuesto adecuado y una ejecución participativa para fortalecer el trabajo de los cineastas y teatristas de Bolivia”.

En otro punto de la carta dice que los apoyos recibidos por artistas del cine, el teatro y de las otras artes han sido logrados “desde la arbitrariedad de los funcionarios de ese despacho, sobre la base de criterios opacos”.

Expresa su crítica sobre las acciones para construir una “protocultura indígena diseñada como respuesta a los tiempos postapolípticos de Occidente. Las expresiones más osaadas de esta revolución cultural fueron los rituales en Tiwanaku y el Dakar”.

Luego de sugerir que el Ministerio de Culturas respete las artes que producen las culturas bolivianas y evitar hacer uso de ellas como instrumento de propaganda, el actor orureño da a conocer ocho sugerencias, que son demandas de teatristas y cineastas que, además, ya habían sido expuestas anteriormente.