Nico Rosberg vuela y gana el Gran Premio de Australia

Ganó Nico Rosberg, ayer presionó y aprovechó el error de la escudería Ferrari, cuando asistía a Vettel y posteriormente se equivocó al intentar rebasar al inglés Lewis Hamilton, quien con llantas en estado regular aguantó la presión del alemán en el Gran Premio de Australia, en Melbourne.

Nico tiene una característica similar a todos los campeones; la habilidad para manejar y procesar mucha información al mismo tiempo, además la capacidad para recordar con total conciencia todo lo sucedido en la vueltas y la carrera cuando se baja del auto y eso vale mucho.

Ganó Nico y con este triunfo suma quince en su pasaporte deportivo. Pero ahora parece que despertó Ferrari, que fue puntero más del 90 por ciento de la competencia.

Además, los italianos deben corregir los errores en sus motores, ya que se incendió el de KimiRaikonnen, quien estaba tercero.

El accidente de Fernando Alonso, fue noticia por su espectacularidad. Lo bueno es que salió sin problema físico alguno, pero mejor es la exigencia de la Federación Internacional del Automóvil, que determina que la seguridad es la base del éxito de una competición automovilística.

Más vale observar la evolución de Nico, su consistencia, su madurez y su manera de correr, de momento estas consideraciones fueron suficientes para alcanzar la victoria en la primera jornada mundial de Fórmula Uno desarrollada ayer en Australia.

Para Nico Rosberg, quien al mando de su Mercedes Benz, presionó a Vettel, que marcaba el ritmo de carrera.

Nico, ha evolucionado bastante nadie duda de su talento, pero sigue siendo algo “tosco” en la conducción en algunos momentos, ahora tiene un estilo, tiene una forma de manejar y correr muy elaborada, antes se lo podía criticar ocasionalmente por tomar decisiones apresuradas y hacer maniobras discutibles y tener accidentes, también podía haber una crítica porque no podía superar con suma facilidad y se decía que solo podía ganar si conseguía la “pole”, se escapaba y controlaba la carrera desde la punta.

Ahora, ya no se puede decir eso, sabe correr de atrás, no tiene roces y pasa con facilidad y decisión, resulta difícil encontrar una grieta en su “armadura”.

Sebastián Chávez