A las 7 de la mañana del 23 de Marzo de 1879, la división chilena acabó de descender de las colinas situadas sobre el camino de Caracoles e inmediatamente emprendió el ataque a las posiciones bolivianas por tres distintos puntos. Abaroa y su grupo tenían la misión de impedir el avance del enemigo por el sector del puente Topater. Luego de ardua resistencia se impuso el número superior de hombres y la calidad de armamentos y en una lucha desigual la resistencia es diezmada, Abaroa cae herido, aún así sigue luchando y cuando le intiman rendición, responde con gallardía: ¿Rendirme? ¡Que se rinda su abuela, car…! Repercute una descarga de fusiles de la compañía chilena, dando fin a la vida del valeroso defensor del territorio y la soberanía boliviana.