La investigación del “tráfico de influencias” en los contratos suscritos por el Gobierno con la empresa china CAMC está rezagada, los legisladores consideran que el problema radica en las derivaciones que tuvo aquella relación afectiva entre el presidente Evo Morales y su expareja Gabriela Zapata.
Asimismo, consideran que en la Comisión Mixta hay una labor obstruccionista en la investigación, es decir, que se busca proteger a como dé lugar a algunas autoridades, observando, además una actitud desesperada del MAS en tratar de echarle la culpa solo a Zapata, cuando en estos hechos habrían participado más de una persona.