Droga y arena

Cada año, según dice un informe de América Economía, en el mundo se usa alrededor de 40.000 millones de toneladas métricas de arena y grava para construcción, fabricar vidrio, recuperar el suelo e incluso buscar petróleo.

La demanda de arena es inmensa y creciente, conforme las ciudades son el lugar más preferido para vivir por parte de los humanos: en 1990 había 10 ciudades con más de 10 millones de habitantes en el mundo y en 2030 serán 41.

La arena y la grava son la materia prima más usada en el planeta después del agua.

Bolivia no es la excepción. El año pasado, en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz surgieron 3,5 millones de m3 de construcción, y se calcula que este año sea casi el doble.

Aquí también la demanda de arena y grava es muy grande, aunque esto es Bolivia, y los actores económicos son los que todos sospechan, por lo menos desde el lado del financiamiento de la construcción.

Departamentos que cuestan más de 120.000 dólares no están al alcance de la población que los necesita. No es una oferta que haya sido calculada para atender una demanda específica. Es una oferta que surge del exceso de liquidez de algunos sectores de la economía ilegal.

Pero esa es solo una sospecha sobre los recursos que necesitan ser lavados.

Donde hay certeza es en el sector de la arena. La arena lavada.

Los cocaleros del Chapare tienen una flotilla de 300 camiones de alto costo y tonelaje capaz de atender la demanda de ripio y arena de la ciudad de Santa Cruz. Estos camiones recorren 350 Km para llegar a la capital oriental, pero tienen algún secreto, porque compiten con los proveedores locales, del río Piraí, a sólo 25 Km.

Entregan la arena a Concretec, una empresa estatal, a Bs 223/cubo, cuidando que el precio sea inferior en 10% al de la competencia.

Pero hay accidentes. En diciembre, los proveedores locales bloquearon el paso de esos camiones chapareños, obligándolos a dar un enorme rodeo. Al hacerlo, un camión volcó en un puente en Buena Vista. Allí se vio que, además del ripio, llevaba una capa de hojas de coca bien prensada.

¡El Estado ayudando al lavado! Lavar y vivir bien.

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