La madrugada de este sábado, funcionarios de la Secretaria Municipal de Seguridad Ciudadana en coordinación con efectivos de varias unidades de la Policía, iniciando las acciones de seguridad ciudadana y control en varios lugares considerados “conflictivos” de esta ciudad.
Desde las 02. 00 hasta las 6.00 el Comando Regional de la Policía de El Alto, movilizo alrededor de 250 efectivos, a los que se sumaron otros 60 funcionarios de la Guardia Municipal, Intendencia y la Secretaria Municipal de Seguridad Ciudadana.
Estos más de 300 funcionarios se desplazaron por diferentes sectores de la ciudad de El Alto, realizando operativos de control bares, cantinas, discotecas, lenocinios y centros nocturnos ubicados en la Ceja, 12 de Octubre, Franco Valle, Jorge Carrasco, Tihuanaco, Raúl Salmón, avenida Rodolfo Palenque, y otras zonas.
“Esta es una de las tareas que se está coordinando con el comando de la Policía, ahora vamos a controlar el horario de expendio de estas actividades como son las discotecas, bares y bar pensiones” informó el secretario municipal de Seguridad Ciudadana Marco Vera Piza.
Por su parte el coronel de la policía Marco Antonio Morales, informó que los efectivos de la institución del orden, también se desplegaron en el sector de la avenida Juan Pablo Segundo, hasta la zona de Río Seco.
“Estos operativos nos permiten dar con aquellas personas que están vinculadas con la actividad delictiva, o puedan encontrarse también a personas que están en actitud sospechosa, esta tarea será llevada a cabo en coordinación con el personal de la Alcaldía”, dijo el jefe policial.
Ante la presencia de los efectivos policiales y enterados de los operativos, muchos dueños y administradores de los centros nocturnos optaron por cerrar sus puertas.
En el operativo la intendencia municipal clausuró dos bares por incumplir el horario estableció para la atención, además de expender bebidas alcohólicas de dudosa procedencia.
De la misma manera hace una semana atrás también la intendencia logró cerrar de forma definitiva 4 bares clandestinos que funcionaban sin el permiso correspondiente del municipio, las mismas que en las diferentes zonas alteñas expendían bebidas alcohólicas a puerta cerrada.
En estos centros de expendio también se ha podido detectar que los parroquianos eran personas que no contaban con documentación de identidad, por lo que están siendo sujetos investigación, porque posiblemente podrían pertenecer a grupos delincuenciales. (AMI)
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