Ganó el Gran Premio de Bahreín, logró su segundo triunfo en el año.
La Fórmula Uno no es distinta en este aspecto. El ganador de una fecha puede ir cada vez cambiando por el piloto que recibe el monoplaza más rápido. Tiene que salir a correr y merecerlo. Se debe tener fe de que la virtud puede superar la ventaja natural, porque los esfuerzos increíbles, ya sea por parte del equipo o del piloto para subsanar una deficiencia al final dan resultados, es por eso, que el desafío de Nico Rosberg este año despertó tanto aprecio por todo lo que se logró en las dos primeras jornadas iniciales de la máxima categoría del automovilismo deportivo (ganó las dos primeras pruebas).
En ningún momento de la carrera hubo desconfianza en la producción del piloto bávaro, esta victoria fue una ruptura de orden natural y que hizo que toda la escudería alemana valorará la capacidad de Rosberg.
En el deporte es frecuente que los favoritos sean favoritos porque están haciendo su trabajo mejor que los demás y para trabajar el piloto alemán sabe de esto y bastante, además que contar siempre con el concejo de su padre.
La posición del alemán no iba a remover esos sentimientos, ahí estaba un hombre que aprovecho al máximo el rendimiento de su monoposto, más aún, sacando ventaja por el abandono del hombre de Ferrari Sebastián Vettel y el retraso del compañero de equipo, Hamilton, pero esas dos variables de ningún modo le quita brillo a la victoria de Nico.
De hecho, cuando los favoritos ganan continuamente-incluso si una vez cumplieron el rol de los desvalidos-comienzan a ganarse el disgusto general y se les atribuye el lugar de los villanos que sorprenden en el automovilismo por vencer al favorito, de esa valoración sabe Rosberg, a pesar que sus rivales lo acusan de arrogante, pero los entendidos analizan el resultado y emiten su resultado.
Dos competencias dos victorias, no es hazaña, pero nos hubiese gustado que Vettel y Hamilton participen de la carrera en condiciones normales, no se dio porque este deporte, es así, más aun cuando la tecnología avanza vertiginosamente, mejor dicho cada día y los magister en motores y aerodinámica se encuentran desarrollando los monoplazas para entregar a cada piloto un monoposto competitivo con grip seguro, y con una estrategia para ganar competiciones.
Rosberg manejó mejor que Vettel y Hamilton, puede ser, pero que sacó ventaja a los errores también, esto no para menospreciar en nada a esos pilotos de gran jerarquía, lo importante, es que, el piloto de Mercedes se mantuvo firme hasta el final y eso cuenta. Y Kimi Raikkonnen, terminó segundo, este piloto es brillante, además supo sostener la presión de Hamilton, quien en cada giro descontaba la ventaja del piloto escandinavo, pero este de conducción prolija “dibujando” el trazado del autódromo de Bahrein sumó puntos para ambos campeonatos.
Sebastián Chávez
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