Morales conmina a obispos a probar nexos con el narcotráfico

El presidente Evo Morales dio un ultimátum este domingo a los obispos de la Iglesia Católica para que revelen los nombres de las autoridades del Estado boliviano que presuntamente están involucrados en la ilícita actividad del narcotráfico.

“Padres jerarcas de la Iglesia Católica quiero ver mañana (este lunes los) nombres (de) quiénes son esas autoridades del Estado que son narcotraficantes y si no lo hacen, voy a pensar (que quieren) atacar al movimiento indígena como en el pasado”, aseveró Morales, en un discurso público en el departamento de Potosí.

Esta conminatoria del Jefe de Estado surge después de que el pasado viernes los obispos de Bolivia advierten en su Carta Pastoral que la expansión del narcotráfico es alarmante, que incluso penetró las estructuras estatales, las fuerzas del orden y que la economía se nutre en parte de esa ilícita actividad.

Ante este hecho, el Jefe de Estado reaccionó molesto y dijo que no tolerará que a su gobierno le digan “narcotraficante”.

“No acepto que nos digan narcotraficante, no comparto, por eso estoy dando un ultimátum (a los obispos para) que den nombres de quiénes son los narcotraficantes del Estado, es el Presidente, es el Vicepresidente, diputados, senadores o tal vez gobernadores, que digan si son responsables con su discurso”, cuestionó.

Agregó que representantes de la Iglesia Católica coinciden en su discurso sobre el narcotráfico con el departamento de Estado de los Estados Unidos. “Hace tres o cuatro años, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que el narcotráfico está en las máximas autoridades del Gobierno Nacional, tienen que ser Evo Morales o el Álvaro García Linera; y no es posible que algunos de nuestros padres, algunos, no son todos, coincidan con lo que dice el Departamento de Estado de Estados Unidos”, sostuvo el Jefe de Estado.

POSTURA DE LA IGLESIA

Bolivia dejó de ser solo un país productor y de tránsito de drogas, para ser también consumidor, según la Conferencia Episcopal que, a través de Carta Pastoral, sostiene que “el narcotráfico estigmatiza indiscriminadamente a todos los bolivianos y bolivianas ante la comunidad internacional”.

Los obispos sostienen que “ser productor nos muestra como uno de los principales eslabones de la cadena del narcotráfico”. Para la Iglesia, ser país de tránsito habla muy mal de la capacidad de interdicción, “incluso puede ser interpretado como complicidad de nuestras instituciones” y ser un país consumidor “es causa de graves problemas relacionados con la violencia, la corrupción y el abandono de los valores culturales”.

La entidad religiosa también hizo un llamado a quienes han encontrado en el narcotráfico una manera de hacer dinero y les reclama coherencia con su condición de personas humanas.