La niñez es una de las mejores etapas en la vida de las personas, porque les permite disfrutar de la compañía familiar, de sus compañeros de curso, amistades de barrio, juegos en los parques y de la práctica de algún de deporte que contribuya en el desarrollo de sus actividades curriculares y en su estado de salud en general.
Hoy conoceremos la rutina de tres deportistas, quienes también hablaron de sus derechos, y de qué manera la práctica del tenis contribuye en su formación integral: Natalia Zalaba Aguayo, Ana Martina Videa Ríos y Natalia Trigosso Mercado.
NATALIA ZABALA AGUAYO
Tiene 10 años y estudia en el colegio Horizontes, es hermana de Jéssica y Annette, sus padres son René Zabala y Fátima Aguayo, quienes practicaban tenis y fueron los que despertaron el interés por este deporte en sus hijas.
Natalia conoce sus derechos como niña y se identifica con los relacionados a la educación y protección de los niños. Considera que el mejor regalo que puede recibir un niño el 12 de abril es que los padres compartan con sus hijos este día.
Su incursión en el deporte fue por herencia familiar así lo recuerda: “Yo venía a ver cómo entrenaban mis hermanas y de esa manera comencé a jugar a los 6 años. El practicar tenis me ha ayudado a controlar mi mal humor, a ser más tranquila, porque requieres de paciencia, control mental, es divertido y cualquiera lo puede disfrutar”.
Zabala es una tenista que se perfila en este deporte, pues a sus 8 años ha logrado importantes sitiales, como semifinalista en cancha roja, a los 9 años campeona en cancha naranja y en cancha verde de 10 años ha obtenido un tercer y cuarto lugar en diferentes torneos. Desea estar entre las 5 primeras tenista a nivel nacional.
“El tenis me ha servido para organizar mejor mis actividades del día llego del colegio, almuerzo, en la tarde entreno desde las 15:30 hasta las 18:30 y después hago mis tareas. Este deporte me ha permitido obtener medallas y trofeos en Cochabamba, Tarija, Santa Cruz y La Paz, pese a que no me fue bien en el torneo del G4 de 12 años pude estar entre las semifinalistas”, dice la tenista.
ANA MARTINA VIDEA RÍOS
Tiene 11 años y estudia en el colegio Montessori, tiene un hermano, Matías, sus padres son Ramiro Videa y Ana Gloria Ríos. Comenzó a practicar tenis a sus 6 años, porque sus padres la incentivaron en este deporte que ahora no solo la divierte, sino que le encanta.
Ana conoce los derechos que tiene como niña y se identifica con aquellos referidos a tener una identidad, educación, protección y libertad. Piensa que el mejor obsequio para los niños en su día son los dulces que tanto les gusta y que sus padres los lleven al parque o al cine.
Ella practica tenis desde sus 6 años gracias a que su padre la motivó para entrenar, y le gustó mucho. Este deporte le ayudó a ser organizada con sus actividades. Sigue una rutina de entrenamiento de lunes a viernes, de 15:30 a 18:30 y luego hace sus tareas hasta las 20:30. Sueña con ganar una beca para estudiar pediatría en una universidad extranjera y seguir jugando así este deporte.
“Me gustaría ser una de las mejores tenistas y gracias al empujoncito que me dan mis padres lo estoy logrando. Me inicié en torneos por equipos en categoría roja, naranja y verde. En menores de 12 años G2 en Potosí, Cochabamba, Chuquisaca y La Paz, en la categoría 12 años G3 en La Paz y en torneos nacionales G4 categoría 12 años en La Paz y Cochabamba, salí campeona el 2011 en cancha roja”, dijo Videa.
NATALIA TRIGOSSO MERCADO
Tiene 9 años y estudia en el colegio Saint Andrew´s, es hermana de Luciana y Sebastián, sus padres son Pablo Trigosso y Gissela Mercado. Comenzó a jugar tenis desde que tenía 6 años y, desde entonces, no ha dejado este deporte que combina con sus actividades cotidianas.
Natalia conoce sus derechos como niña. Dice que son importantes la identidad y la educación de los niños. Considera que el mejor regalo que los padres pueden dar a los niños es su amor para que todos sean felices y que los lleven a pasear a los parques.
“Cuando era pequeña me gustaba ver a mi hermano mayor jugando tenis y, a los 6 años, ingresé en la escuela de tenis en el Club La Paz. El tenis me ayuda a organizar mi tiempo, porque en la mañana voy al colegio y por las tardes entreno 3 horas todos los días”, cuenta Trigosso.
La deportista ha participado desde sus 6 años en campeonatos en las categorías roja, naranja (7-8 años) y verde (9-10 años), de los cuales ha sido varias veces campeona departamental y nacional. Uno de los últimos torneos en los que participó fue el G4 de 12 años donde obtuvo el campeonato nacional.
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