La narco economía

Los obispos del país han advertido que la economía boliviana se nutre del narcotráfico, una influencia que termina distorsionándola.

PETRÓLEO ORO ESTAÑO Irak está asumiendo un precio del petróleo de US$32 el barril para elaborar su presupuesto 2016. Así lo confirmaron los agentes del Fondo Monetario Internacional que trabajan en ese país. La revisión se basa en los precios registrados hasta ahora. En EEUU el cierre del oleoducto de TransCanada, que representa 590.000 barriles diarios, no ha logrado revertir el aumento de las reservas como o había anticipado el mercado, como resultado, ayer el precio cayó 1,3%. La inestabilidad de los mercados bursátiles en el mundo resultó en un impulso para el precio del oro en la jornada de ayer jueves. El oro logró un alza de US$ 13,70 la onza troy, equivalente a un aumento de 1,1%. Los mercados temen que las reformas planificadas por el FED de Estados Unidos no sean lo suficientemente fuertes como para levantar su economía. Mientras tanto la demanda asiática de oro aun no se ha recuperado. Indonesia ha registrado una fuerte caída en las ventas en su nuevo mercado el ICDX que es el único autorizado para realizar ventas de estaño desde este país. En marzo sus exportaciones cayeron 61% con respecto al mismo mes del año pasado debido a las lluvias extraordinariamente fuertes. El IDCX tiene registradas ordenes de compras para marzo que podrían revertir esta tendencia por lo que el mercado espera una reducción en el precio.

Este concepto está contenido en la carta pastoral sobre narcotráfico y drogadicción difundida el 1 de abril y que ha causado un enorme disgusto del presidente Evo Morales y sus colaboradores.

Como respuesta, los obispos han pedido al gobierno leer la carta pastoral con calma, descubrir que refleja la realidad que ven todos los bolivianos, realidad que necesita soluciones, no amenazas.

La economía es distorsionada, dice la Conferencia Episcopal, observando algo que hasta ahora pocos economistas habían señalado.

La distorsión afecta al equilibrio de precios, porque el narcotráfico es capaz de generar una demanda con muchas más posibilidades de inflar los precios que los pobres bolivianos dedicados a actividades económicas legales.

En el Chapare, el jornal de un albañil llega a Bs 250-300, que es casi tres veces respecto del resto del país. Esa es una distorsión muy grande.

Los cocaleros del Chapare aplican la práctica del dumping usando sus 300 poderosos camiones con los que llevan arena y ripio hasta Santa Cruz, atravesando 350 Km, pero se dan el lujo de competir en precios con los areneros que obtienen el recursos a solamente 20 Km de distancia.

El mercado de los bienes inmuebles es distorsionado por la demanda del narcotráfico, que ha hecho elevar los precios hasta niveles que el resto de la gente no puede alcanzar.

En los últimos diez años, un obrero aumentó en dos veces sus ingresos pero el precio de un lote de terreno se multiplicó por seis veces.

Los departamentos recién construidos que están en oferta tienen precios superiores a los US$ 120.000, lo que está muy lejos del alcance de la población sin techo.

Muchos de esos departamentos han sido construidos no para atender una demanda específica, sino para dar salida a enormes capitales que estaban esperando la oportunidad de encontrar una actividad para ser lavados.

Otro tema que toca la Iglesia Católica es el de la responsabilidad de los cocaleros que producen para atender la demanda de los narcotraficantes.

Nadie había dicho las cosas con tanta claridad. “No es mala la hoja de coca, lo que es malo es cuando se la transforma en cocaína. El consumo tradicional de la coca desde tiempos ancestrales tiene un valor cultural y medicinal, especialmente en la vida de los pueblos andinos de Bolivia. No obstante, quien se dedica a cultivarla para la producción de la cocaína es parte de la cadena del narcotráfico y tiene una responsabilidad ética y penal ineludible”.

En lugar de amenazas e insultos, estos razonamientos requieren de respuestas serias.

Todos los países vecinos, e incluso los de la Comunidad Andina, tienen acuerdos comerciales con la Unión Europa, acuerdos de los que sus exportadores sacan muchos beneficios.	Pero Bolivia se niega a avanzar en esos acuerdos por razones ideológicas, por la militancia anticapitalista del presidente, quien, casualmente, representa a la región donde se practica el capitalismo más salvaje de Bolivia.