El Gobierno de Venezuela decretó los viernes como “días no laborables” para los empleados públicos, durante los meses de abril y mayo, en un intento de enfrentar la crisis energética generada por la sequía que afecta a la represa del Guri.
Este decreto fue calificado de “absurdo” por miembros de la oposición al régimen de Nicolás Maduro, de quien dijeron que “el Presidente está acostumbrado a no trabajar por eso no le afectará la medida”.
En tanto, el decreto especial fue anunciado ayer y con esta normativa las autoridades esperan reducir en al menos un 20% el consumo eléctrico en las oficinas públicas. El agua de la represa del Guri genera cerca del 60% de la electricidad que consume Venezuela.
El gobernante también exhortó a los venezolanos “racionalizar el consumo eléctrico” en sus hogares, argumentando que todas las medidas adoptadas por su gobierno para ahorrar electricidad serán insuficientes, debido a que en esta nación sudamericana “el consumo en el sector residencial, a diferencia de otros países, es mayor que el comercial e industrial”.
Algunos analistas asocian esta particularidad a la sostenida caída del aparato productivo durante los mandatos de Chávez y Maduro, y a las tarifas residenciales preferenciales del servicio, que figuran entre las más bajas del mundo.