La verdad aunque duela
Parece fácil controlar el dinero, pero en realidad éste nos controla. Es suficiente dar un vistazo a nuestro alrededor para darnos cuenta del comportamiento de las personas en relación con el dinero, que es capaz de hacernos replantear nuestros propios principios, razón por la que muchos son vulnerables ante la corrupción. ¿No está de acuerdo con lo último?
Estudios en psicología, economía y sociología han demostrado cómo nos relacionamos con el dinero y cuáles son las consecuencias de poseer grandes sumas monetarias. Un equipo de científicos ha concluido que rechazar un soborno produce más estrés que aceptarlo. ¿Te sigue pareciendo raro que muchos sean corruptos? Visto así, el dinero es como una droga y como tal es adictivo.
¿Por qué el dinero es capaz de cegarnos incluso en contra de nuestro propio bienestar? El dinero es capaz de hacernos comportar como “tontos”, por ejemplo, hipotecándonos de por vida o haciéndonos comprar cosas que no son útiles. Parece que no nos conformamos con tener el dinero necesario para subsistir, sino que igual que con la droga, hay que seguir aumentando la dosis. Según otro estudio, el dinero cambia nuestra manera de pensar. Con solo ver una fotografía en la que aparece dinero, nuestro cerebro actúa como si fuéramos a ganar un premio económico. El dinero nos puede hacer codiciosos, mezquinos, menos caritativos y más desagradables.
El pueblo sabe que a pesar del aparente desapego de los políticos por el dinero, en la vida real no se puede hacer política sin dinero ajeno, para luego arribar al poder, a través de las vías electorales legales o ilegales. En estas circunstancias se pone en evidencia que “el fin justifica los medios”.
En América Latina, especialmente en los gobiernos del Socialismo siglo XXI, muchos recursos económicos que se destina a intermediación política son canalizados a través de numerosas instituciones informales, clandestinas y delictivas, que se usa con frecuencia para violar la legalidad de sus actos en función del poder. Esto daña la democracia, al vaciar de sentido a dos de sus principios fundamentales: la igualdad de oportunidades para todos los candidatos y la pluralidad de ideas y opciones para los electores. El efecto sobre los políticos es devastador, cuando éstos traicionan la confianza de sus votantes, convirtiéndose en “vividores de la política”.
Como si esto fuera poco, una característica del Gobierno boliviano hace más confusa la relación entre gobernantes y dinero: se trata de la marcada tendencia de los palaciegos a apropiarse del poder político, deformación que les hace creer y actuar como propietarios del Estado y de sus bienes, en lugar de conducirse como delegatarios, enmarcados en la temporalidad del poder, que los obliga a cumplir con un mandato especifico. Es allí donde nace la corrupción, que hace que el relacionamiento entre gobernantes y dinero genere discordia popular, alimentando la desafección ciudadana por la democracia y sus operadores.
El punto de encuentro entre gobernantes, poder y dinero que administran, ha ocasionado escándalos incentivados por una serie de facilidades que les otorga el poder, que mal interpretadas y peor aplicadas, los lleva a transgredir la legalidad normativa, sus principios éticos, muchas veces sin remordimientos ni sanciones reales que los disuadan. Ejemplos de ello hay de sobra: 1) Durante diez años los palaciegos ha implantado el tráfico de influencias, consorcios empresariales y jurídicos, caos judicial en todo el Estado. 2) El Gobierno ha socapado asesinatos en diferentes lugares del país, por motivos políticos, disputas territoriales o financieras. Hasta el momento no se sabe de culpables, por el contrario, muchos de ellos supuestamente están presos en otros países, fugaron o están de embajadores en el exterior, organizando jaranas o partidos de fútbol para el equipo presidencial. 3) Por una década, el Gobierno ha copado los medios de comunicación para monopolizar su propaganda política. 4) YPFB y Comibol han recibido, aproximadamente, 20.000 millones de dólares y en los últimos diez años han adquirido desde un alfiler hasta avionetas y aviones para los jerarcas del palacio, pero sin utilidad para ambas empresas. Lo peor es que el 80% de sus adquisiciones fue de “compras directas”, sin beneficio para el pueblo. 5) Otras empresas denominadas “estratégicas” recibieron aproximadamente 5.000 millones de dólares. 6) Podemos citar bataholas de “poca monta”: caso Fondioc; vituallas y comisiones para 2.000 aplaudidores, en aproximadamente 500 “cumbres” orquestadas por los gobernantes; programa Evo Cumple; proyectos de viviendas para los “pobres” cocaleros del Chapare; satélite Túpac Katari que circunda el espacio sideral, al mando del Ministerio de la Presidencia; teleféricos; juegos plurinacionales, caso CAMC y otros. Hago notar que no mencioné el tema “narco Estado”.
La adicción al dinero y al poder ha convertido a nuestros gobernantes en personas con muchas dosis de codicia y mezquindad, al extremo de formar con astucia un grupo de cleptócratas, donde la impunidad es la regla y el castigo la excepción. ¡Dios tenga compasión de ellos!
El autor es docente universitario.
almammor2003@hotmail.com
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |