El Gobierno de España decidió elevar un escalón su respuesta a los reiterados exabruptos del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
El Ministerio de Asuntos Exteriores llamó a consultas, en lo que supone una retirada temporal, al embajador en Caracas, Antonio Pérez Hernández, por los últimos insultos de Maduro al jefe del ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, a quien tachó el jueves de “racista, basura corrupta y basura colonialista”, al término de una marcha chavista en Caracas contra la Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea Legislativa venezolana, que controla la oposición.
Así se lo ha comunicado ayer el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez de Olea, al embajador de Venezuela en España, Mario Isea, al que había convocado al mediodía para trasladarle su “más enérgico rechazo por los intolerables insultos” a Rajoy por parte de Maduro.
Según una nota difundida por la Oficina de Información Diplomática, el Gobierno español “lamenta que esta actitud, impropia del respeto que debe regir las relaciones entre Gobiernos, se haya convertido en una práctica habitual en el jefe del Estado venezolano”. (Agencias)