Crisis del gas

Bolivia está enviando a Brasil y Argentina menos gas del que esos países piden.

El tema no ha hecho noticia hasta ahora debido al hermetismo con que se lo maneja de parte de los tres gobiernos.

PETRÓLEO ORO ESTAÑO Los mercados de petróleo están en alerta máxima por la reunión de productores que se llevará a cabo en Doha, Qatar, donde se espera que se confirme o derrumbe el plan de mantener los niveles de producción de enero. Los optimistas esperan que como resultado el precio del petróleo se dispare hasta US$ 60 el barril. Sin embargo, los pesimistas aseguran que el precio volvería a caer al levantarse la “fantasía” de auto control en la OPEP. El precio del metal cayó ayer por tercer día consecutivo tras el fortalecimiento del dólar. El precio sigue ajustándose tras el alza trimestral más grande de los últimos 30 años que resultó de la inseguridad en los mercados sobre el futuro de la política monetaria de EEUU. En la India que es nuevamente el principal comprador de oro físico a nivel mundial, las compras aumentaron debido a que los joyeros buscan aprovisionarse de materia prima. El gobierno de Malasia ha declarado su intención de reavivar la minería de estaño en su país. Las declaraciones fueron hechas ante su parlamento al anunciar que se otorgarán nuevas licencias de exploración. Sin embargo, aclararon que esto no significa que se están entregando tierras sino so0lo el derecho a explotar estaño. Malasia está entre los 10 mayores productores a nivel mundial y los 5 primeros productores de mineral refinado.

El gobierno argentino no reclama porque ha estado pagando con mucha demora, mientras que el gobierno de Brasil no dice nada porque está camino del cadalso.

Pero los volúmenes que se envían a Argentina cayeron tanto que, según dicen los registros de YPFB, en una jornada sólo llegaron a 5 millones m3/d, cuando ese país espera 16 millones. El contrato con Argentina establece que si Bolivia no envía los volúmenes convenidos, debe pagar por el gas no enviado % (deliver or pay, se dice en inglés), más una multa de 15%.

Brasil está recibiendo 27 millones en lugar de los 32 convenidos, lo que ha abierto la posibilidad de que Bolivia deba pagar el precio del gas no enviado.

La causa de esta situación es que el campo San Alberto, descubierto en 1991, ha entrado en declinación, a tal punto que en este momento sólo produce 6 millones m3/d frente a los 13 millones de hace dos años.

Por el momento, la producción de gas natural ha caído a 56,7 millones m3/d, después de haber llegado hasta los 62 millones.

El temor es que siga cayendo la producción hasta el nivel de 48 millones, lo que podría obligar a reducir incluso el suministro al mercado interno.

El campo Incahuasi podría cubrir el actual déficit, pero hace falta que se construyan los ductos para llevar su producción hasta la red de exportación. Lo mismo ocurre con el gas de los bolsones descubiertos por la Repsol.

Ocurre que desde hace diez años las petroleras invierten a media fuerza porque el gobierno llamó “nacionalización” a los acuerdos con cada una de ellas en 2006 y 2007.

Las ventajas que el gobierno da a las petroleras de manera poco transparente, como los costos recuperables y otros, no sirven para convencerlas de que deben invertir en exploración cuando, casualmente, en el mundo entero las petroleras han dejado de invertir.

Por el momento el descenso en el volumen de producción se suma a la caída del precio del gas para afectar a los ingresos del estado. Los ingresos del IDH ya han caído en 42% y todo indica que podrían seguir cayendo.

Por el momento, YPFB concentra sus empeños en evitar que se conozcan estos incumplimientos de los contratos y en despedir a algunos funcionarios que habrían hecho campaña por el NO en el referéndum del 21 de febrero.