Por lo menos nueve personas perdieron la vida y otras 761 resultaron heridas ayer en el sismo de magnitud 6,5 que derrumbó inmuebles y dañó caminos en el sur de Japón, informó un portavoz del Gobierno.
El portavoz Yoshihide Suga sostuvo que durante esta jornada visitaría el área para evaluar los daños. Dijo que se desplegaron alrededor de 1,600 soldados. Reportes de TV mostraban a algunos de ellos entregando mantas y pañales para adulto a las miles de personas que acudieron a refugios porque sus casas estaban dañadas o eran inseguras.
El Gobierno declaró el estado de catástrofe natural y envió medios suplementarios de intervención y auxilio, incluyendo soldados de las fuerzas de autodefensa, precisó.
“Las sacudidas causaron víctimas y expreso mis condolencias a sus allegados. Haremos todo lo posible para evitar una segunda catástrofe por las réplicas y responder de manera adaptada a las necesidades de las personas afectadas”, declaró el primer ministro, Shinzo Abe.