Incomprensible e injusta política salarial

Se viene determinando incrementos salariales y al respecto será bueno tomar en cuenta lo siguiente.

La política salarial del Gobierno no condice con la realidad socio-económica de Bolivia, es incomprensible e injusto que el nivel salarial en algunas entidades públicas, como en la Gestoría Pública de Pensiones, sea para funcionarios de Bs 35.000, es decir 21 veces superior al salario mínimo nacional de 1660 Bs. ¿Cuál es el justificativo para determinar tan frondosos salarios de quienes administrarán los fondos y aportes que hicieron trabajadores antes de ser jubilados, que actualmente perciben rentas de hambre?

Por otra parte, ejecutivos y gerentes de algunas instituciones públicas, con salarios elevados, además gozan de muchos privilegios y otros ingresos extraordinarios, debido a contratos mediante licitaciones direccionadas e invitaciones directas para ejecución de proyectos de millones de dólares, que todos saben que son compensadas con jugosas “comisiones” por tráfico de influencias, lo que les permite vivir en la opulencia, luciendo vehículos lujosos, viviendas que parecen mansiones, etc.

Por el contrario, de la mayoría de trabajadores sus ingresos u honorarios lindan con salarios de hambre. No tienen posibilidad de atender enfermedades laborales, es decir aquellas que sobrevienen o son consecuencia directa del trabajo desempeñado. Muchos profesionales deambulan en las calles por carencia de trabajo. ¿Dónde está el cumplimiento de promesas de redistribución, creación de empleos, construcción de un Estado más democrático? Grandes mayorías siguen viviendo en precarias condiciones y continúan reclamando para que sean tomados en cuenta elementales derechos para subsistir.

La pobreza transita y campea por las calles de los centros urbanos, incluso en torno al Palacio Quemado. No se quiere entender el justo pedido de incremento del presupuesto para salud. Los pobres y humildes son quienes más precisan atención en salud por la expansión de enfermedades de toda índole, debido a la insuficiencia alimentaria por razones económicas.

¿Este es el llamado socialismo del Siglo XXI?, ¿será el llamado socialismo comunitario?, ¿será el socialismo marxista leninista?, aunque tampoco puede cumplir con elementales principios para aplicar una adecuada política salarial para aliviar necesidades mínimas, para lo que solamente se necesita buena fe y sensibilidad social de acuerdo con los ingresos económicos que tiene el país.

Las actuales circunstancias han puesto al descubierto el engaño de quienes con ira, con vehemencia afirman la tediosa cantaleta que nadie cree, por lo absurdo e inconsistente, de que pedir mejores condiciones de vida es parte de una estrategia de la derecha, del neoliberalismo, de los “vende patrias”, del imperialismo.

La paupérrima situación económica del pueblo humilde no se compara con la opulencia ofensiva que ostentan los nuevos jerarcas y la nueva burguesía que ha surgido en los últimos años por la economía informal, corrupción y narcotráfico, que contrasta con el atraso y el hambre que afligen cruelmente a las grandes mayorías.