COMUNICABILIDADES
Existe actualmente una tendencia mediática de abrir los micrófonos a los ciudadanos para que se quejen, protesten o emitan su opinión sobre cualquier tema.
Los medios de comunicación se han convertido en un verdadero barómetro que mide la satisfacción o insatisfacción del pueblo sobre diferentes tópicos.
Es bastante sano que varios programas de radio y TV abran sus micrófonos para que la ciudadanía participe, esta es la democracia mediática. Sin embargo, este modelo de comunicación participativa tiene sus debilidades.
Los conductores de estos programas deben estar bien informados para saber conducir el debate. Sin embargo, a veces saben menos que los que llaman.
Los conductores deben propiciar el diálogo. Sin embargo, a veces exacerban los ánimos de los oyentes o televidentes hasta el punto de enfrentar a unos con otros.
Existen excelentes programas que orientan la participación ciudadana, pero también existen programas “alarmistas”, en los que cualquier asunto se vuelve un espectáculo.
Últimamente aparecieron programas donde lo único que hacen los conductores es lanzar una pregunta a los oyentes y esperar que éstos llamen y participen.
A veces la pregunta tiene el objetivo de enfrentar a los ciudadanos, se les pide que se muestren a favor o en contra de algo, por ejemplo: “Esta usted de acuerdo con…”.
Los oyentes van opinando y al mismo tiempo atacando al que opina lo contrario, y en lugar de construir puentes de entendimiento estamos creando odio, desinformación y falta de respeto a la opinión del otro.
Conclusión: algunos programas son como faros: iluminan. Otros sólo crean sombras y desinforman.
(*) Director de Xperticia, empresa de asesoramiento y capacitación en Comunicación.
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