A pesar de que en la época colonial hubo un alto índice de analfabetismo y las autoridades españolas prohibieran la impresión, lectura o importación de libros en la Real Audiencia de Charcas (hoy Bolivia). “Las producciones literarias de los ingenios alto-peruanos se ejecutaban y conservaban en cuadernillos manuscritos en letra clara y formato adecuado que imitase en lo posible la apariencia de libros impresos”. Por otro lado, los ‘pasquines’ mantuvieron la corriente escrita Charquina, al ser “hojas manuscritas fijadas en las paredes y edificios de conocidos lugares urbanos”, que propagaron el libre pensamiento a fines del siglo XVIII e inicios del XIX.