Israel Adrián Quino Romero
La Defensoría del Pueblo en sí es parte de la estructura funcional del Estado, pero a la vez su principal denunciante para la limitación de su poder. A partir de la nueva reingeniería constitucional de 2009, se crea las funciones de control (Contraloría General), de defensa del Estado (Procuraduría General) y defensa de la sociedad; de ésta se desprenden la de legalidad y sus intereses generales a partir del ejercicio de la acción penal pública a cargo del Ministerio Público y la de vigencia, promoción, difusión, y cumplimiento de los derechos fundamentales, sean éstos individuales, colectivos y de las naciones y pueblos indígena originario campesinos.
Los 2/3 en la Asamblea Legislativa Plurinacional son la vía de su elección; aunque esta vez la decisión no será del todo autónoma respecto a los titulares del poder en este Órgano. Y la causal se debe a que a diferencia de las otras designaciones, la condición de ejercicio delegado de la soberanía del pueblo se verá limitada por la mirada legítima del control popular sobre las acciones que emprendan los legisladores en el proceso de designación. Por lo menos cuatro elementos deberán primar para la elección del nuevo Defensor o Defensora del Pueblo.
La integralidad de autoridad moral; en razón al perfil, hasta diáfano podría decirse, respecto a su trayectoria profesional y su cualidad pública de honorabilidad. El manifiesto probo sobre su trabajo en la incidencia pública de la defensa de derechos fundamentales, principalmente de poblaciones vulnerables y desde luego de las NPIOCs. La independencia operativa del poder, lo que no implicará que sea un opositor en sí al sistema. Y la capacidad articuladora y si se quiere “negociadora” para optimizar la incidencia en políticas públicas sobre la defensa de la sociedad.
No menos deberán hacer que cuidar ese poder delegado del pueblo, porque la propia óptica de la opinión pública será el primer contralor que censure legítimamente las decisiones legislativas sobre esta designación que toda Bolivia espera.
El autor es periodista.
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