La difusión de los “Papeles de Panamá” por parte de una firma de abogados panameños ha convulsionado al mundo financiero porque, según las publicaciones, personajes de toda clase estarían involucrados en evasiones impositivas en sus respectivos países. La corrupción, que es similar a un monstruo con cien mil tentáculos, mostró la cara de negociados con los que, a costa de los intereses de muchos países, se ha logrado enriquecimientos ilícitos o, por lo menos, ser parte de negocios “negros” con dineros logrados a través de la evasión de impuestos.
La convulsión causada en todo el mundo involucra a personalidades de toda clase y, según se dice, daría lugar a crisis políticas de imprevisibles consecuencias, porque quienes poseen fideicomisos, propiedades en Panamá y en diversos sitios del planeta para evadir impuestos, de una u otra manera tendrán que admitir verdades y pagar las consecuencias, pero, a la vez, habrá muchos casos en que las operaciones habrían sido realizadas dentro de marcos absolutamente legales en sus países.
La corrupción, pues, conforme se presenta el caso de los “Papeles de Panamá” señala la filtración de 11,5 millones de documentos de la firma de abogados panameña Mossasck Fonseca, “especializada en crear empresas y sociedades en paraísos fiscales”. En relación con nuestro país, Bolivia, también figurarían empresas y personas, pero aún no se conoce nóminas ni detalles al respecto.
Sea cuales fueren los resultados de las investigaciones, lo que se descubra será realmente descomunal y mostrará hasta qué punto han caído los valores y principios en quienes contaron o aún cuentan con poder político y económico; pero, sobre todo, demostrará cómo la sed de dinero y mayor poder destruye principios y se compromete a países, organizaciones institucionales, empresariales y de todo tipo.
En nuestro país, como seguramente en todos los del Tercer Mundo, muchas veces se tuvo conocimiento sobre evasiones fiscales, sobre engaños que se hace a las autoridades sobre faltamiento a normas que obligan al pago de impuestos; pero, en la proporción que señalan los “Papeles de Panamá”, jamás se produjo. Lo común ha sido la insinuación de políticos o “inversionistas” de países pobres para “depositar dineros en cuentas de Panamá o Suiza a cambio de pagos sustanciales a los intermediarios”. Mucho se dijo sobre casos que habrían caído en esa tentación y sufrido consecuencias imprevistas; pero, de ese tipo de “negocios” que seguramente significaban grandes robos a países pobres, no se pasó ni se llegó a extremos que hoy se lamenta y escandalizan al mundo.
Lo que haya que hacer en nuestro país al respecto, habrá que hacerlo pero dentro de principios en que lo importante es conocer verdades y ver hasta dónde se han cometido delitos fiscales que hayan perjudicado al país. El caso, en general, servirá, posiblemente, para que todos los países tomen recaudos muy importantes para evitar el delito de evasión fiscal.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |