Punto aparte
Estas líneas no pretenden ser de crítica a la CNS (Caja Nacional de Seguridad), sino más bien poner de relieve la trascendental importancia que tienen sus servicios de salud. Si no hubiera esta entidad, miles de bolivianos vivirían en precarias condiciones de salud y, peor aún, con pérdidas prematuras de existencia.
Es evidente que para recibir sus prestaciones, en el período de actividad laboral, los asegurados hacen su aporte mensual puntualmente, porque se les descuenta por medio de las planillas salariales respectivas.
Empero, como sucede en muchas áreas de la actividad, siempre hay necesidad de estar abiertos a recibir sugerencias y recomendaciones, más todavía cuando proviene de personas que experimentan directamente las prestaciones que obtienen de la CNS.
Una primera observación no estaría dirigida precisamente al cuerpo directivo de la CNS, sino a la Administración del Policlínico 9 de Abril. Sería muy conveniente que su autoridad máxima se tome un tiempo para observar el mantenimiento de las instalaciones, el cumplimiento de los horarios en la atención a los pacientes y constatar incluso el trabajo puntual del personal operativo.
De esta manera, puede que su autoridad esté en condiciones de resolver las insuficiencias, carencias y también el cumplimiento de los horarios de los profesionales en general, empezando de médicos y terminando en enfermería y en los servicios de mantenimiento y limpieza de las instalaciones.
En suma, si el Administrador dedicara buena parte de su tiempo a estas constataciones, de seguro que con la adopción de los ajustes del caso que disponga, los servicios del Policlínico cumplirían su función con un rendimiento efectivo. Los asuntos burocráticos pueden ser atendidos también con la puntualidad del caso, pero el Administrador no tendría que dejarse absorber con ellos. Para eso tiene personal de apoyo.
En cuanto a la labor del cuerpo directivo y administrativo de la CNS, igualmente tendría que estar más atenta a velar por el buen funcionamiento de la atención a los pacientes, antes que encerrarse en las cuatro paredes de sus oficinas y ser ajenos a la buena marcha de todo el sistema de seguridad social que administran.
De dedicar su atención al funcionamiento de los servicios, llegarían a establecer, muy pronto, que la CNS requiere urgentemente ampliar sus equipamientos y de igual forma aumentar las plantas de profesionales, es decir incrementar sus actuales composiciones, porque los pacientes a la vista observan que hace falta contar con más médicos.
Adquirir más equipamientos y aumentar el número de profesionales es posible, porque la CNS dispone de los recursos financieros para cumplir estos requerimientos. No tiene sentido ni explicación válida que en sus cuentas bancarias disponga de millones de bolivianos que duermen el sueño de los justos, cuando lo premioso es invertirlos oportunamente para prestar mejores servicios a los asegurados.
Al presente, por falta de una mayor planta de médicos, cuando éstos hacen uso legítimo de sus vacaciones, no se provee los puestos que dejan sin atender con otros profesionales. La cuestión no es simplemente burocrática, tiene que ver con la atención continuada a los pacientes. No es posible que durante esas vacaciones, éstos dejen de recibir la atención del caso. En materia de enfermedad, el tiempo no espera, más bien lo que se provoca es que se agraven, lo cual implica un mayor costo para la CNS y un abandono de los pacientes, que no es admisible que ocurra cuando se trata de la salud, porque incluso a sabiendas puede estarse causando su muerte. ¿En estos casos, la CNS no tendría que sentirse responsable? ¿O su indiferencia es tan grande que llega al punto de no tomar conciencia de que en algo o mucho es también responsable de esos decesos?
Otro punto crítico de la situación del Policlínico 9 de Abril es que no dispone de los equipamientos que necesita y de un número mayor de profesionales, para atender los exámenes especializados que disponen los médicos de consulta, con la inmediatez que ameritan los casos referidos a la salud.
Corresponde reiterar que esta no es queja ni denuncia personal, sino de información para los directivos de la CNS. Para esos exámenes, se asigna plazos de hasta dos meses para ser atendidos. En medicina esto es sencillamente inaceptable, porque en este caso se trata de personas de carne y hueso que viven pendientes de los resultados de aquellos exámenes para que los médicos que los ordenaron tengan margen de disponer los tratamientos inmediatos que se les debe aplicar para recuperar la plenitud de su salud.
Es de esperar que estos apuntes se los tome en la CNS como una referencia para ajustar sus sistemas de conducción, en aras de aquellos seres que tienen el infortunio de tener afectada su salud. De lo que nadie puede sentirse ajeno, a menos que la CNS está conducida por robots, indiferentes a los sentimientos. Y si no es así, por lo menos habrá que tener el escrúpulo de justificar el buen salario que se percibe cada mes.
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