Es increíble saber que personas, según ellas con instrucción bastante elevada, incurren en expresiones por demás vergonzosas, en discursos en diferentes localidades del país, inculcando una serie de epítetos, a niños, adolescentes y jóvenes. Es demasiada cobardía reunir a personas de todas las edades y especialmente menores para desahogarse por los fracasos sufridos últimamente.
Todo este preámbulo es para conocer que un alto funcionario de gobierno expresó arengas en colegios, escuelas u otras entidades educacionales, envenenando la mente de los niños, adolescentes y jóvenes, dando muestras de valentía sin tenerla, porque valentía es aceptar la derrota. Con esas frases se recomienda absurdos, como que deben portar dinamita para erradicar a quienes pretendan desnacionalizar las empresas; cuidar a un dignatario para que en el futuro no se los coman los perros. Además dijo muchas otras frases ofensivas, que al venir de un alto personaje debe causarnos repulsión, por cómo se expresa, ya que el mismo debe infundir respeto, dar ejemplo para el buen vivir y no pervertir a los menores.
Es bueno recordar que existe un refrán muy claro e inteligente: “El niño nace bueno, la sociedad lo corrompe”, muchas personas deben grabarse esta frase, porque con lo que se hace se contamina el futuro de los estudiantes y todas las generaciones venideras, corrompiendo sus mentes, por lo que podríamos preguntarnos: con esas frases destempladas, ¿qué futuro esperamos para nuestro país?
Escuchamos permanentemente que ese alto funcionario es muy inteligente, que ha leído numerosos libros, ¿entonces esa enseñanza es el producto de la lectura?, aunque no transmite más que odio en sus palabras y las mismas quedan en las mentes de niños. ¿O es que lo leído no es captado en su verdadera dimensión? Por la forma como se expresa, ¿creerá que los ciudadanos somos ignorantes? Lo correcto es infundir conocimientos en sana dirección, para que no se desnaturalicen las mentes de las generaciones que son el futuro de la nación. De otra manera, con mentes retorcidas y envenenadas, ¿qué podría esperar la Patria?
Es bueno recordar también que los ratones de biblioteca comen los mejores libros y siguen infectando y contaminando todo, como se está haciendo con niños, adolescentes y jóvenes y quienes se cruzan en su camino, seguramente seguirán ese ejemplo podrido.
Para remediar el mal que se causó, por lo menos se debe pedir perdón públicamente a las generaciones venideras y decirles tal vez que se dijo lo mencionado en un momento de rabia, o que fue un lapsus, que a cualquiera le puede suceder. En caso contrario estarán en la mira de los mismos niños que en el futuro criticarán severamente las malas acciones y los discursos de odio.
Asimismo es vergonzoso aprovecharse de la inocencia de niños para lanzar constantemente spots que loan en forma fluida y poética la imagen del más alto dignatario, además que dicha propaganda sabemos que tiene un costo elevado en los canales de televisión, ¿no habrá otras ideas?, como por ejemplo hablar del niño, realzar las máximas características de la enseñanza y no valerse de los mismos para tratar de eternizarse como mandatarios.
Esa propaganda seguramente es lanzada por funcionarios que desean ganar aprecio y posición política, preparando a niños para ensalzar a esa dignidad, ¿y dónde están los maestros para corregir y orientar?, ¿o son parte de lo mismo mandados por otros dignatarios de Estado?
Todos los gastos por viajes para reuniones donde casi siempre los resultados son los mismos, y se repiten casi constantemente, son exagerados y sin algo productivo. Por el contrario, con esos recursos se podría paliar el problema de las personas con discapacidad y no permitir que continúen en una marcha que puede traer consecuencias graves para las mismas.
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