Sector altamente vulnerable mantiene niveles de peligro

Tras el deslizamiento del pasado 18 de febrero, ocurrido en la zona de Jupapina, la Secretaría Municipal de Gestión Integral recomendó realizar trabajos de mitigación y demolición en la parte afectada. Empero, los mismos no pueden ser ejecutados porque comunarios de Mecapaca no lo permiten.

En tanto, el alcalde de Mallasa, Eduardo Campero, explicó que el terreno es altamente vulnerable y genera peligro a un centenar de familias, por lo cual urge la demolición de viviendas.

En criterio de Campero, las autoridades de Mecapaca obstaculizan al gobierno municipal de La Paz el trabajo de demolición de las viviendas que se encuentran en la zona peligrosa. “El martes pasado hemos estado con un gran operativo de prevención en riesgos, para poder ingresar en este sector, con el presupuesto, equipos y estudios necesarios. Hemos sido sorprendidos a la altura de la clínica Talentum, por un grupo de comunarios, algunos damnificados y vecinos que han puesto resistencia y nos amenazaron, acciones que han impedido un operativo que debía ser destinado a la prevención de riesgos”.

Por su parte, el Secretario Municipal de Gestión Integral, Vladimir Toro, informó que después de brindar ayuda, tras el deslizamiento en Jupapina, se realizó una evaluación del sector y como conclusión se pudo conocer que se trata de una zona altamente vulnerable y de estabilidad precaria.

Señaló que la zona del deslizamiento en Jupapina a futuro, con la generación de nuevas áreas de humedad y las lluvias, se tornará más riesgosa, un hecho que es inminente. “Esto fue expuesto en dos informes especiales que hicimos, el último lo trabajamos en abril (…) en el que se tomó en cuenta el sector alto, medio y bajo de la zona afectada”.

Afirmó que el sitio del deslizamiento podría reactivarse en cualquier momento, por lo cual la Municipalidad, a través de los técnicos, requiere ingresar a la zona con acciones de mitigación de los riesgos.

Sin embargo, afirmó que la decisión del Gobierno Municipal de Mecapaca y de algunos comunarios es impedir que personal de la Alcaldía paceña ingrese a la zona del deslizamiento, para realizar trabajos de estabilización, lo que representa un riesgo “inminente”.

“Nosotros deslindamos responsabilidad, recae sobre el Gobierno Municipal de Mecapaca y los vecinos que no nos han dejado trabajar, aunque les manifestamos que nosotros estamos prestos a hacer una actividad operativa en el lugar; se trata de nuestro territorio y seguiremos persistiendo en esta temática”, dijo Toro.

Por su parte, el concejal municipal de Mecapaca, Pedro Fernández, en contacto con EL DIARIO, afirmó que a partir de Mallasilla para abajo, corresponde al municipio de Mecapaca y que “por ello es que algunos vecinos de la zona no permiten que ediles de la Municipalidad de La Paz ingresen para demoler casas”.

“Desde la zona Amor de Dios, Mallasilla corresponde a Mecapaca (…) los comunarios que viven por la zona, son quienes no permiten las demoliciones”, declaró Fernández.

Asimismo, el subalcalde de Mallasa advirtió que son más de 200 viviendas y centenares de familias que están en riesgo en la zona media y alta de Jupapina, por la decisión de la Alcaldía de Mecapaca.

SITUACIÓN EMPEORA

La situación empeora, debido a que la Alcaldía de Mecapaca desvió hace unos días el río La Paz y originó que el cauce socave aún más el talud en la zona, donde se registró el deslizamiento hace dos meses, dijo el subalcalde Campero.

“Estamos sufriendo un fuerte avasallamiento a la altura del río La Paz, por parte del Gobierno Municipal de Mecapaca. Maquinaria de esta Alcaldía ha desviado el río haciendo un estrangulamiento, que derivó en que un cauce de tres metros se convierta en uno de diez, lo que afectó el talud, justo en el sector donde hemos tenido el deslizamiento”, indicó.