La cuestión geopolítica es fundamental

Para definir la participación de Bolivia en este proyecto que uniría los océanos Pacífico y Atlántico, es fundamental tomar una decisión teniendo en cuenta la cuestión geopolítica y la situación actual con Chile con la demanda marítima y el anuncio de una nueva demanda judicial con el Silala, lo que directamente descartaría establecer más flujo comercial por puertos chilenos. Perú sería la más acertada decisión, según el experto en Arbitraje y Derecho Internacional, Iver von Borries.

“Es decir, al margen de que pueda convenirle esta opción a Oruro, al margen de que se pueda declarar a Oruro como Puerto Seco, siendo realistas y al margen de la factibilidad económica hay un afán político que prima y, en este caso, por un tema de estrategia es lógico que esto se resuelva por la vía de Ilo, es decir, que el trazado definitivo incluya a Perú y no a Chile como la salida al océano Pacífico hacia el corredor”, afirmó von Borries en contacto con EL DIARIO.

Entretanto, las intenciones se quedan en tan solo eso, intenciones y actos políticos que, si no existe un acuerdo oficial definido por los estados, se quedará en la simple intención, analiza el experto sobre la Caravana de integración donde participaron autoridades de Matto Grosso (Brasil) e Iquique (Chile) junto al gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez.

INTERÉS NACIONAL

“Lamentablemente al margen de ser una caravana turística y de tener buenas intenciones no va a pasar porque lógicamente el interés nacional se va a sobreponer al interés regional y el hecho de que se haga un trazado o el otro implica que se beneficien o favorezcan a ciertas regiones por encima de otras, ahora lógicamente por la cuestión geopolítica queda muy claro que si hay algún trazado no va incluir a Chile como puerto de salida”, afirmó von Borries.

En esa línea, para el Gobierno boliviano pesa más el tema geopolítico tomando en cuenta la demanda marítima que se ventila ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya y la nueva demanda internacional por el uso de las aguas de los bofedales del Silala.

De forma paralela, von Borries plantea al Gobierno ejecutar una “política de Estado si realmente existe la voluntad de ayudar a estas regiones económicamente deprimidas, debería pensarse en algún tratamiento arancelario o impositivo diferenciado para que los empresarios vayan y generen actividad comercial productiva en esos departamentos, la idea más allá del puerto seco pasa básicamente por la voluntad política de colaborar a este tipo de regiones y de ser creativos al momento de plantear incentivos para las regiones”.

Con todo el proyecto del corredor bioceánico es fundamental para el desarrollo regional y para la integración comercial, defendió el experto, entonces, el Gobierno debe hacer todo lo posible por no quedar fuera de este proyecto por el gran interés comercial que se tiene en la región.