[Rodolfo Becerra]

Los infames


Este libro de Verónica Ormachea Gutiérrez, en su segunda edición, Editorial Gisbert 2015, fue presentado en el Círculo de la Unión, ante numeroso público, con un versado comentario de H.C.F. Mansilla.

Desde luego, adquirimos un ejemplar y lo leímos con verdadera fruición, porque tanto el tema de la novela como la excelente narración de la autora fueron de sugestiva atracción. Es una novela histórica que refiere un capítulo de nuestra historia y a un personaje que es necesario conocerlo y cuánto mejor a través de una descripción tan amena de comienzo a final. Nos hace conocer a un Mauricio Hochschild en su faceta personal humana, sin las deformaciones que la pasión política nos ha legado y a su gran labor de rescate de sus compatriotas de la ferocidad hitleriana, ayudando a la migración a Bolivia de un gran contingente de hebreos, que bien o mal contribuyeron a desarrollar diversas actividades en beneficio de nuestro país; mostrándonos la pavorosa, terrorífica y perversa política de genocidio contra los judíos, a través del calvario de una familia que pasó los horrores del campo de exterminio que los alemanes construyeron en Auschwitz, Polonia.

Quedamos estupefactos, horrorizados por los extremos a que llega el hombre en su brutalidad y crueldad, que no es creíble que hubiese ocurrido; sin embargo, fue una realidad espantosa. Lo peor es que son experiencias que debieron servir para que nuevas atrocidades posteriores no sucedieran y vemos cómo los mismos hebreos, en su ceguera intolerante masacran a una población que igual que ellos necesita tener su patria; o que los grandes intereses económicos del mundo donde ellos campean, protagonizan y empujan a otras tantas y peores hecatombes, atrocidades contra la libertad y la convivencia armónica de pueblos y no paran en la destrucción de las evidencias de la cultura de la civilización, destruyendo monumentos y culturas admirables que son el legado de la historia. En fin, han continuado surgiendo caudillos ambiciosos que son abanderados del mal y, lo que es peor, los pueblos los siguen encandilados, sin reparar que el odio y los rencores sociales no son el camino de la liberación humana hacia una vida feliz.

Las dos guerras mundiales que ha sufrido la humanidad, con tanto horror y sufrimiento, debieron ser más que suficientes para que los responsables del manejo de las naciones del mundo lleven a los pueblos por caminos del bien, desterrando políticas de agresión y de fuerza y los conduzcan a conquistar, por fin, la ansiada libertad, igualdad y solidaridad, principios que los políticos del mundo solamente manejan acomodándolos a sus intereses demagógicos.

Libros como el que esbozamos, llegan a la conciencia humana, porque las atrocidades del hombre tienen que ser conocidas para que no vuelvan a suceder.

La escritora Verónica Ormachea Gutiérrez con este libro pasa a ser considerada una de las mejores narradoras del país, al hacernos conocer la más terrible historia de crueldad y sufrimiento de pueblos, con un estilo claro que lleva al lector a vivir y sentir los sucesos que la autora describe acercándonos a esa realidad tristísima que fue el holocausto judío.

Otra vez, es una mujer la que nos coloca en un sitial destacado, esta vez en la literatura latinoamericana, como ocurre en otros campos, como el deporte, por ejemplo.

belarltd@hotmail.com

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