Brasilia.- La defensa de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reiteró ayer ante una comisión del Senado que analiza la posibilidad de someterla a un juicio político los mismos alegatos ya rechazados por una abultada mayoría en la Cámara de Diputados.
La comisión escuchó al abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, y los ministros de Hacienda, Nelson Barbosa, y Agricultura, Katia Abreu, quienes insistieron en la tesis de que no existe base legal para procesar a Rousseff, que dentro de unas dos semanas puede verse obligada a entregar su cargo al vicepresidente Michel Temer.
La mayoría de los senadores desestimó sus alegatos y reiteró una y otra vez que las diversas irregularidades fiscales que sustentan la acusación suponen un “crimen de responsabilidad”, que es como la Constitución brasileña define las causas que pueden conducir a la destitución de un mandatario.
Barbosa y Abreu presentaron argumentos de carácter técnico, en tanto que Cardozo asumió la parte más política de la defensa y se afincó otra vez en la tesis del “golpe” que la propia Rousseff grita a los cuatro vientos desde hace semanas. (EFE)