Deficiencias de nuestro servicio exterior

El hecho de no contar con personal de carrera y debidamente calificado en las embajadas y consulados que el país tiene en el exterior, da lugar a que periódicamente surjan quejas de los ciudadanos que, por cualesquiera razones, emigraron a países como Estados Unidos, España, Argentina, Brasil, Japón, Alemania y muchos otros hasta el extremo de que suman muchos miles los compatriotas que se encuentran trabajando en diversas profesiones y muchas actividades que desarrollan plausible y eficientemente.

El problema que confrontan nuestros compatriotas es el malo y hasta pésimo accionar de funcionarios tanto en embajadas como en consulados por trámites que hacen los bolivianos y demoran meses y años. Los precisados de realizar trámites requieren serie de documentos y respuestas a consultas; pero, la mala calidad -en casos, simple mala voluntad y desidia- de empleados que no cumplen debidamente las funciones encomendadas, no dan los resultados esperados.

Personal que no cumple en el servicio exterior complota contra el país porque así como los compatriotas no reciben la atención debida, de igual manera sufren nativos de esos países que, por razones turísticas, comerciales y hasta de posibles inversiones en Bolivia, no reciben atención ni orientación ni documentación necesaria y tienen que peregrinar de uno a otro funcionario para alcanzar algún resultado.

El Ministerio de Relaciones Exteriores si bien no quiere o no puede contratar personal con experiencia y la preparación necesaria para que ocupe cargos en embajadas y consulados, por lo menos debería vigilar y controlar que los funcionarios que mantiene en el exterior cumplan honesta y responsablemente sus funciones; de otro modo, el país en su conjunto pierde y da lugar a que, especialmente en los casos de negocios comerciales o posibles inversiones, se derive hacia otros países cuyo personal les brinda todo tipo de facilidades.

Es importante que consulados como el de Nueva York y otras ciudades grandes e importantes del globo cuenten con personal debidamente capacitado que atienda, oriente y sirva a quienes recurren a las oficinas para cumplir determinados trámites o encontrar información precisa sobre nuestro país. Hay situaciones muy difíciles que, por años, esperan atención de consulados y embajadas que, según parece, estarían solo para obstaculizar los trámites en vez de darles la agilidad y precisión necesarias.

El personal de embajadas y consulados tiene la obligación de cumplir honesta, eficaz, responsable y eficientemente sus deberes; de otro modo, perjudica no solo a interesados sino que irroga graves daños al país y al Gobierno que dio confianza a esos funcionarios para que cumplan funciones en el servicio exterior, pese a que muchos no están capacitados ni cumplen mínimos requisitos para desempeños tan importantes.