La noticia de perfil
Acostumbrado a estrechar la mano de mis amigos y estampar un respetuoso beso en la mejilla de mis amigas, me llamó la atención escuchar en los últimos años al Presidente Vitalicio, a su copiloto Álvaro y a otros importantes hombres públicos enviar “su mejor saludo revolucionario” al resto de los humildes ciudadanos que sufrimos el embate bravío, en esta agitada época de cambios, con la boca abierta y el corazón estrujado.
¿A quién acudir para enterarme en qué consiste el “saludo revolucionario”… por supuesto a ella, a mi reportera, ella es la única persona con la que converso cotidianamente…
Apenas llegó a mi despacho periodístico me acerqué a ella casi implorante y le rogué que me explicara en qué consistía tal saludo para no parecer un extra terrestre y saludar como lo hacen los grandes hombres de nuestro pequeño país.
Sorprendida la cholita cochabambina me confesó con humildad que desconocía en qué consistía tal saludo, pues no había reparado nada extraño en la forma de saludar en ninguno de los grandes hombres con los que alterna cada jornada de trabajo en el Palacio Real de la plaza Murillo.
Sin embargo esa incógnita no la dejaríamos sin resolver, para poder utilizar ese saludo en el futuro, porque podría ser la clave de nuestros futuros éxitos políticos y económicos.
Sin ánimo de cometer ninguna irreverencia, dije a la cholita reportera que tal vez el “saludo revolucionario” consistía en levantar la pierna izquierda o derecha, como los perritos cuando hacen pis, pero mi perspicaz reportera desechó mi atrevida hipótesis, explicándome que esa posibilidad sólo serviría para los revolucionarios varones y no así para las revolucionarias, de las cuales ella sabía que había muchas y que, por lo tanto, mi teoría estaba fallada, por lo cual la desechamos.
¿Cómo saber en qué consistía el saludo revolucionario…?
En mi empeño por conocer tal secreto, me atreví a proponer a mi comadre Macacha que tal vez aquel secreto podría consistir en acompañar tal expresión con los dedos de una mano, colocando el dedo pulgar entre los dedos mayor e índice, gesto manual muy corriente y usado entre los varones y que equivale a una burlona negativa. Cuando ensayé tal gesto ante mi siempre venerada comadre, la cholita quillacolleña me pidió mayor respeto hacia ella, aunque admitió que el “saludo revolucionario” podría ser enviado por políticos revolucionarios que no respetan lo suficiente al pueblo que los encumbró hace ya bastantes años.
Para no comprometer a mi corresponsal en gestos un poco traviesos, hoy envío un “saludo revolucionario” a algunos revolucionarios de pacotilla que saludaron revolucionariamente a los trabajadores en el “Día del Trabajador”.
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