Cerveza extranjera inunda al país

Una muestra objetiva y concreta que confirma que la producción industrial y agropecuaria del país se encuentra al borde de una crisis de grandes proporciones, es la referida a la inundación de cerveza extranjera al mercado de consumo, problema que no tiene repercusión en los encargados de poner freno a ese grave estado de cosas.

La Cámara Boliviana de Fabricantes de Cerveza ha comunicado al respecto una noticia alarmante. Indica que en el primer trimestre del año presente, el país importó el 56 por ciento más de cerveza que en el mismo lapso del año anterior. Ese alto porcentaje no comprende el ingreso al país por vía de contrabando de 37.6 millones de litros de cerveza, cantidad que elevaría los niveles de entrada al país hasta puntos alarmantes.

Las cifras específicas citadas por dicha Cámara son notables. Se indica que en los tres últimos meses entraron al país 1.46 millones de cajas de cerveza, mientras en el mismo trimestre del año pasado entraron solamente 937.187, diferencia que revela el enorme ingreso legal e ilegal de esa bebida, que ha alcanzado proporciones que originan una competencia desleal a la producción nacional, lo cual está determinando la “destrucción de la industria nacional”.

La inundación de cerveza a nuestro mercado de consumo proviene tanto de Brasil, Argentina y Perú. Sin embargo, ese producto viene principalmente de Brasil, país cuya economía está en aguda crisis y donde 24 plantas cerveceras trabajan al 50 por ciento de su capacidad. Así mismo, el consumo de cerveza en Brasil ha bajado y los sobrantes son utilizados para contrabandear.

Se agrega que la cerveza brasileña hace competencia desleal a la nacional, pues en Cobija una lata cuesta Bs. 4.50, mientras la cerveza paceña cuesta Bs. 9, o sea el doble, relación que perjudica a la industria nacional. Otro factor que facilita el contrabando de cerveza brasileña es que ese país desde 2013 devaluó su moneda en 76 por ciento. Parecidas devaluaciones también se produjeron en Argentina y Perú, con los mismos efectos.

El contrabando de cerveza brasileña por Guayaramerín, Puerto Aguirre, Yacuiba y Bermejo alcanzó proporciones poco menos que increíbles, pues se registró el ingreso de casi 40 millones de litros de la bebida o sea más del 10 por ciento de la producción total de cerveza boliviana. A esas cifras se debe sumar el contrabando de cerveza peruana por el Desaguadero y otros sitios fronterizos, y argentina por Bermejo y Villazón, volúmenes que son también considerables.

Por si fuera poco, el drama que sufre la industria cervecera nacional, aparte de las importaciones legales e ilegales, también se encuentra en las falsificaciones y producción ilegal artesanal por más de 54 millones de litros de bebidas alcohólicas o sea el 13 por ciento del volumen total que se comercializa en el mercado de consumo del país.

Para completar ese dramático panorama, la política económica estatal hace poco menos que la vista gorda ante el problema.