Niégate a sufrir por amor

Todo pasa por una razón. No hay, no existe absolutamente nada que pase por casualidad.

Duele terminar con una relación en la mayoría de los casos, a veces, porque fue mucho tiempo invertido, otras veces, porque teníamos muchas ilusiones o ideas de grandeza.Nunca debemos imaginarnos un futuro, hacer promesas, etc...No sabemos qué puede pasar más adelante. En una relación, es fundamental disfrutar el momento y no esperar que los romances duren para toda la vida o mucho tiempo.

Pero, las cosas ya están hechas, si uno sufre por una ruptura amorosa ya está hecho, ya nos ilusionamos ¡ya!

Pero no podemos quedarnos en nuestra tristeza, es ridículo quedarse poniéndole atención a los problemas.

Es muy importante reflexionar sobre la situación, desenredar los nudos con tranquilidad.

Hay veces en las que se pueden solucionar los problemas y volver con la pareja, pero hay otras en las que ya no queda nada...a veces, por el enamoramiento nos autoengañamos pensando que todo se solucionará, pero eso puede que no sea cierto, por eso hay que reflexionar sobre cada punto posible y llegar a una conclusión.

Si después de pensar suficiente aun no estamos seguros sobre si la relación puede o no funcionar otra vez, es necesario tener un corazón valiente y aventurarnos a hablar con esa persona que antes fue nuestra pareja, plantearle algunos puntos y preguntarle si verdaderamente no desea continuar.

Si esa persona desea continuar como, todo está bien, es necesario entonces mirar en qué puntos fallaron y tratar de corregirlos.

Si la persona definitivamente decide no continuar; es muy necesario saber bien sus razones, eso no es malo, sirve como experiencia.

Al analizar sus razones y aun así saber que después de proponerle un cambio no desea continuar está bien.

ES HORA DE SUPERARLO

Una relación, sea por lo que sea, no se puede superar con odio o rencor, no importa qué haya hecho la pareja, tampoco se puede superar culpándose uno mismo.

Es necesario saber que todo sucede por una razón, esa persona, tu ex pareja, puede estar haciéndote un favor al ahorrarte más preocupaciones...simplemente no era para ti.

Debes saber que todo es perfecto exactamente así y que estás en el lugar donde deberías estar, es entonces tu decisión aprender la lección que la situación te exige o rendirte por completo.

Lo más acertado es aprender lo que la situación demanda. No sabemos qué es, no pensamos que de esto pueda haber algo bueno, pero siempre hay algo bueno que nos ayude a crecer.

Esos problemas de pareja pueden ayudarnos a luchar por un amor si es posible, por otro lado nos ayudan a desprendernos, a independizarnos, a conocer el verdadero significado del amor, a desapegar, a amar sinceramente.

Es triste, por supuesto, porque entonces, extrañamos a esa persona, los momentos compartidos, todas esas experiencias, y nuestro ser se amarga al recordarlo.

Pero tenemos que aprender a convivir con el dolor, mientras sea necesario para aprender a librarse de él, porque ya sabemos que sufrimos, y si no lo aceptamos, la carga se hace más pesada.

Si podemos aceptar que sufrimos y que las cosas no salen como planeábamos, estamos abriendo la puerta a un mundo de oportunidades, abriendo la puerta a la felicidad, estamos escapando del dolor para siempre.

Tenemos que aprender que las cosas no siempre salen como queremos pero, eso depende exclusivamente de nosotros, con nuestras ideas y pensamientos, aunque la mayoría están ocultos y no los notamos así que no podemos hacer casi nada hasta tomar conciencia de ellos.

De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Positive Psychology, se necesitan tres meses para superar el dolor de la ruptura y retomar la vida de forma normal.

Los investigadores aseguran que es normal que experimentes un dolor físico y emocional, así como desesperación; pero es importante que vivas el duelo de la relación, sin enfocarte tanto en las emociones negativas.

No descuides tu salud, come y duerme bien; una buena medida para mejorar tu estado de ánimo es realizar ejercicio.

Si crees que la melancolía, ansiedad o angustia se apoderan de ti, lo mejor es acercarte a familiares, amigos o algún especialista que te ayude a superar esta difícil etapa.

“Niégate a sufrir por amor, declárate en huelga afectiva, haz las paces con la soledad y aquieta la necesidad de amar por encima de todo y a cualquier costo. Rescata el amor propio”, señala Walter Riso, psicólogo y especialista en terapia cognitiva, a través de su libro ‘Manual para no Morir de Amor’.