Parteras continúan salvando vidas de madres y recién nacidos

Ayer, como cada 5 de mayo, se celebró el Día Internacional de la Partera. En Bolivia los partos atendidos en casa aún son muy recurrentes, sobre todo en ciudades intermedias o zonas rurales, donde muchas veces las mujeres a punto de dar a luz no tienen la confianza o costumbre de asistir a un centro de salud.

Frente a esa realidad las universidades públicas Juan Misael Saracho de Tarija, San Francisco Xavier de Chuquisaca y Siglo XX de Llallagua, con el apoyo de Unfpa (Fondo de Población de las Naciones Unidas), han contribuido a la formación de 169 enfermeras obstétricas o parteras, como personal calificado para la atención de la salud materna y salud sexual y reproductiva. 

“Estas enfermeras obstetras, con estudios a nivel licenciatura, se constituyen en una experiencia innovadora y exitosa en el país y en América Latina. Consideramos que son verdaderas heroínas de la salud porque trabajan con calidad y calidez en zonas muy deprimidas, en comunidades alejadas y con un gran compromiso para reducir la muerte materna”, explicó la representante del Unfpa, Ana Angarita.

El Unfpa en Bolivia destacó la contribución y el trabajo de las parteras para salvar la vida de mujeres embarazadas y de recién nacidos en comunidades de difícil acceso a servicios de salud. Pero además subrayó que los partos asistidos por parteras o matronas es una práctica muy enraizada en Bolivia, por aspectos relacionados a la cultura, a la cosmovisión de los pueblos indígenas y los usos y costumbres.

Pero además de estos aspectos, sostiene que muchas veces la falta de confianza o las experiencias de malos tratos en centros de salud hacen que las mujeres prefieran dar a luz en sus hogares.

Según los datos del Censo Nacional de Población y Vivienda de 2012, un 30,9% de las mujeres consultadas señaló que prefieren alumbrar en sus hogares. En la región occidental del país, es decir en La Paz, Oruro y Potosí, la cifra llegó a un 57,2% de partos que se realizaron en domicilios. 

Las parteras atienden a las pacientes en su idioma originario, respetando las costumbres culturales y construyen lazos de confianza para que las mujeres, sobre todo del área rural, reciban una atención adecuada en el embarazo, parto y posparto. (ANF)