El homenaje al Día del Trabajo el pasado domingo no fue satisfactorio para los de la clase trabajadora que dijeron “nada tenemos que festejar”, ni en retribución al cuestionado aumento de sueldos con retroactividad a enero, más tedioso feriado nacional al día siguiente, dispuesto por el Gobierno y la COB, sin considerar que podría verse afectado el gremio laboral si se produce cierre de algunas empresas, despidos y reducción de personal, por cuanto la CEPB, CNC y Mypes rechazan este incremento. Microempresarios lo dijeron, no podrán cumplir con un aumento de salarios.
En actuales circunstancias, la persona que tiene fuente de trabajo seguro debe dar gracias a Dios, pues hay alto nivel de desempleo, solo el 30% de la población tiene trabajo normal, falta empleo formal. No crece la economía de empresas por falta de inversiones y seguridad jurídica. Si todos los bolivianos nos pusiéramos a trabajar de manera constructiva; si nos inclináramos a poner en práctica la pregonada reactivación del aparato productivo, otra sería la situación de nuestra economía, incluso dentro del concierto internacional.
El trabajo es vida y sabiduría. La faena es meritoria cuando se emplea el tiempo en oficinas, talleres, fábricas, conduciendo un trufi, escribiendo, manejando un tractor o un arado, perforando rocas, estudiando, barriendo calles, realizando labores intelectuales, manuales y otras.
El laburo es fruto de la inteligencia, como lo es de la necesidad. Es la manera de ganar el pan de cada día con el sudor de la frente, es honrar un precepto, cumplir con la sociedad y la familia, porque el trabajo es ley de Dios y es menester cuidar ese empleo ante la crisis, alarmante desocupación, falta de trabajo en algunas empresas, baja producción y productividad.
Se sabe que el 21% de egresados de universidades, entre 20 y 25 años de edad, no tiene oportunidad de trabajar. Profesionales jóvenes y señoritas se encuentran afligidos porque no pueden conseguir trabajo en varios años y forman filas en el ejército de desocupados. Egresados de las normales tampoco hallan una situación en el Magisterio. Desesperados, muchos abandonan el país, se van al exterior en busca de mejores posibilidades y condiciones de vida. Si es abogado, médico o auditor trabajará en supermercados, restaurantes, hoteles, de mucama o empleada doméstica, eso no tiene importancia, trabajar en cualquier ocupación con empeño y honradez será de satisfacción, porque el trabajo no denigra, dignifica.
En Bolivia lamentablemente tenemos fama peculiar, muestra de pobreza de espíritu, es que no estamos acostumbrados a trabajar con ritmo sostenido, queremos trabajar poco y ganar mucho. De ahí que empresarios no hacen inversiones por temor al desgano del capital humano. Por otro lado, huelgas, paros, marchas, bloqueos, exigencias de incrementos salariales son trabas para el desarrollo del país.
En gobiernos anteriores había casi 70 mil empleados públicos, hoy la burocracia se triplicó y se aumenta más funcionarios con la creación de la Dirección Nacional de Redes Sociales. Existen más de 23 ministerios, cuyos titulares no atienden demandas ni resuelven conflictos, esperan que los resuelva el Presidente. Existen viceministros y viceministras a montones, antes que calidad, sin noción de la problemática nacional. Igualmente, en la Asamblea Legislativa Plurinacional aprueban leyes a toda máquina y no se las pone en práctica, prolifera la cantidad que calidad, Senadores y diputados no entienden lo que su colega está hablando y por solo levantar la mano, calentar el asiento, perciben jugosas dietas sin trabajar. ¡Qué ironía de la política criolla!
El 1º de mayo, desde aquel muchacho que maneja su cajoncito para lustrar calzados hasta el empresario ejecutivo que lleva su computadora portátil, es un día de regocijo, de acción unida y combativa en busca de grandes objetivos históricos para trabajadores y trabajadoras que merecen respeto y consideración.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |