En el Teatro de Cámara
* La obra, escrita por Patricia Suárez, es la historia de una pareja divorciada que se reencuentra por el nacimiento de su nieto.
Con una carrera ininterrumpida, en la que ha participado en un sinfín de obras, Marta Monzón, la actriz y maestra, está festejando cuatro décadas de trabajo en escena y lo hace sumergida en los preparativos de la obra “Solamente una vez”. “Me hubiera gustado celebrar cada aniversario teatral con una nueva creación”, enfatiza la gestora cultural, quien en cada interpretación deja poesía única e irremplazable.
La obra será presentada del jueves 12 al 15 de marzo, en el Teatro de Cámara, en funciones de tanda (horas 19:30), con la actuación de Monzón y Raúl Pitín Gómez.
LG: ¿DE QUÉ TRATA “SOLAMENTE UNA VEZ”?
M: La historia gira alrededor de Rosemary y Alfredo, una pareja que está divorciada y que se reencuentra con motivo del nacimiento de su primer nieto, en la sala de partos de un hospital. Es una historia plagada de humor, ternura y, por supuesto, de mucho amor y entuertos también. La autora es Patricia Suárez, una de las más importantes y premiadas dramaturgas argentinas y latinoamericanas y que escribió este texto expresamente para nosotros. Es un estreno mundial. Yo le solicité a Patricia si tenía, entre sus innumerables textos, uno que versara sobre una pareja de 60 años, ella me dijo que no, pero inmediatamente se puso a escribirlo y en 3 semanas tuvimos “Solamente una vez”.
LG: ¿QUÉ DESTACAS DE LA OBRA?
M: El proceso de creación; la temática y la trama que es muy divertida; trabajar con un equipo muy profesional y multidisciplinario integrado además por Claudia Gaensel, que es la Directora de Arte y que proviene del mundo del cine y el audiovisual; por Alejandro Arxondo que creó el arte y la gráfica; y por Vassil Anastasov que realizó la fotografía. También porque es una propuesta que se puede cargar en una mochila, lo cual nos permite presentarla en todo tipo de escenario y girar cómodos y livianos.
LG: ¿QUÉ TAL EL TRABAJO CON RAÚL GÓMEZ Y CARLOS CORDERO?
M: Cada creación es como un nuevo descubrimiento, es un nuevo proceso y eso está dado fundamentalmente por el grupo humano que lo compone. El proyecto fue una propuesta que hicimos de manera conjunta con Raúl y luego invitamos a Carlos para que nos dirigiera. Con Raúl habíamos trabajado en “Filomena y Domingo” en el 2015, fue casi como la continuidad de un trabajo que nos trajo muchas coincidencias, él es un actor muy comprometido y disciplinado. Con Carlos, estamos volviendo a trabajar después de 20 años, es riguroso, minucioso, un gran director de actores y sobre todo porque con él recupero la mística y la ética del trabajo.
40 AÑOS DE TOZUDEZ Y PERSISTENCIA
Su constante formación y su hábito a la lectura la han diversificado. Marta Monzón es actriz, directora, profesora y productora teatral. Resume su trayectoria con la convicción férrea, absoluta y contundente de que el teatro contribuye y aporta a forjar un mundo mejor, a creer y a construir una Bolivia mejor.
LG: ¿CUÁL FUE LA CLAVE PARA MANTENERTE VIGENTE 40 AÑOS EN LA ACTIVIDAD TEATRAL?
M: Ser muy tozuda y persistente (sonríe). Tener y haber tenido familias muy fuertes y generosas que me apoyaron y bancaron siempre. Haber mamado “desde la cuna” valores y principios. El sostén incondicional de mi marido y nuestras hijas. Haber tenido y tener grandes maestros. No cejar nunca, contra viento y marea, o como me decía mi papá: “Ni vencida, aun vencida”. Haberme relacionado con artistas de muchas disciplinas diferentes a la mía y haber trabajado con muchos de ellos. Cultivar amistades y relaciones, porque son un apoyo moral muy fuerte, aunque nunca vayan a verte al teatro. Al valiosísimo respaldo de los medios de comunicación bolivianos y, sobre todo, a muchos periodistas que realizan trabajo de hormigas con la menospreciada, muchas veces, “parte cultural”. Y actualmente a las redes sociales, sin duda alguna.
“QUEREMOS MENOS PASTOS SINTÉTICOS Y MÁS TEATROS”
Para Marta Monzón, “continuar creando, enseñando y produciendo teatro en Bolivia” es su mayor logro.
“La escasa cantidad de funciones que podemos realizar no te permite tener fracasos, porque el mayor problema es no tener dónde hacerlas, lo cual atenta a diario contra el ejercer nuestra actividad de manera profesional”, lamenta.
¿QUÉ ES LO PEOR O LO MÁS TRISTE QUE LE PUEDE PASAR A UN ACTOR?
“Fundamentalmente pienso en los y las jóvenes, y tanto lo peor como lo más triste es no tener centros de formación en el país, tanto en las ciudades como en el área rural. Es no tener espacios, salas, teatros donde realizar nuestras propuestas. Yo creo que somos muchos los que queremos menos pastos sintéticos y ansiamos más salas y teatros”, menciona.
Monzón resalta que el teatro está muy activo en Bolivia. “Lo que falta y se pide a gritos, es legislación, condiciones y situaciones adecuadas; formación artística desde la escuela hasta la universidad; que se acredite y certifique a todos los artistas que imparten formación teatral. Creo que queremos dejar de realizar nuestras actividades en condiciones cuasi paupérrimas”, subraya.