Plausible y efectiva fue esta vez la asistencia material y humana ejecutada por países de nuestra región y el mundo, encabezada por la ONU, la Organización mundial de la salud, así como por todo el mecanismo europeo de protección civil y otros organismos de socorro internacionales, como agentes catalizadores que asistieron en menos de 24 horas a la hermana República del Ecuador, por el peor terremoto de las últimas décadas. Hoy se ha visto la misma voluntad para el cuidado y rehabilitación de largo plazo a favor de las víctimas, quienes como consecuencia han experimentado un severo trauma físico-emocional, cuyas secuelas son aún impredecibles, por lo que la ayuda material no es suficiente.
Bolivia, en el mismo sentido, dio apoyo inmediato a través del Ministerio de Defensa, Ministerio de Salud, defensa civil y personal de las Fuerzas Armadas a favor de Ecuador, en forma indiscutible.
La meritoria respuesta que dio la comunidad internacional ante esta nefasta tragedia nos inclina a reflexionar y convencernos una vez más de que los humanos somos más caritativos que malos. Lo que pasa es que las cosas buenas no hacen noticia, mientras que las malas sí. Contrariamente a la idea de Tomás Hobbes, de que “el hombre es el lobo del hombre”, ratificada por el francés Jean Paul Sartre, para quien “el infierno son los demás”, la frase “creo que a pesar de todo la humanidad es buena”, fue sostenida con amargura por la niña Ana Frank, víctima de los nazis.
A pesar de lo anterior (parece egoísmo insinuar que la caridad empieza por la casa, pero no es así, ni es el caso), recordemos que 30 días antes de la tragedia de Ecuador, el Gobierno tenía en agenda una movilización nacional de discapacitados e inválidos, que al presente cumple semanas de vigilia y marcha sin solución, continuando con actos de crucifixión y otros extremos de protesta e indignación en todas las capitales departamentales. Este sector fue defendido de comienzo, por sus demandas, por varios sectores sociales, universidades, etc., es decir por toda la comunidad a nivel nacional, siendo apoyado además por la opinión pública internacional.
Pero el Gobierno -reiterando su actitud ante la anterior marcha potosina- rechaza cualquier diálogo, con una suerte de capricho, fiel y escrupuloso al sórdido asesoramiento de sus cancerberos. Ante aquellas demandas de justicia abandona a los impedidos a su suerte, condenándolos a la mendicidad y negándoles el diálogo directo en busca de una solución o al menos una contraoferta a sus humildes pretensiones por lo que la vida les negó. Considera el problema como de “segunda clase”, soslayando el dolor de ancianos, jóvenes, mujeres y niños enfermos inválidos, lisiados e impedidos junto a muletas, bastones, banderas y sillas de rueda, expuestos a las inclemencias del tiempo, víctimas de la indiferencia estatal, con el único apoyo solidario de nuestra comunidad en sus necesidades básicas.
Pero caridad no significa cosmética, únicamente para quedar bien ante el mundo, queriendo dar la apariencia de solidaridad, tocando tambores y trompetas sin preocuparnos por ser de verdad generosos. La caridad y la indiferencia son dos caras de la misma medalla; ésta última, aplicada hoy por un desgobierno en contra la legión de inválidos, al margen de agresivos gases, palos y nocivas mallas metálicas.
El contacto y diálogo personal no es una opción de S.E. o un favor que el Estado concede a los ciudadanos que pretenden justicia y que pueda dejarse al arbitrio de terceros. La CPE plurinacional en vigencia, promulgada por el propio Gobierno, impone a éste en su Art. 172, incs.1, 2 y 4) mantener la unidad del Estado boliviano.
“No se puede entender” -expresión cotidiana del Jefe de estado- que su autoridad tenga pánico al encuentro, no obstante toda su experiencia en el largo tiempo de su mandato con su lema “gobernar escuchando al pueblo” (pero no a través de terceros). Es decir que con la conducta presente se encuentra haciendo tácitamente dejación de sus responsabilidades.
En conclusiones, el diálogo directo o yatikipasijañani evitará la actual indiferencia e indolencia del Gobierno para la solución de problemas, buscando con su presencia clarificar caminos ante la comunidad, a fin de evitar la frustración y el resentimiento de sus propios movimientos sociales.
El autor es abogado.
Blog:http:// conceptosjuridicosblog.blogspot.com
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |