La batalla de Socabaya

El 7 de febrero de 1836, a horas 10 de la mañana, se avistan en los campos de Socabaya, en territorio peruano, los ejércitos de Bolivia y Perú, respectivamente.

El ejército boliviano, llamado unido, y ya antesala de las fuerzas confederadas, estaba al mando del Gral. Andrés de Santa Cruz, y el ejército peruano al mando del Gral. Santiago Salaverry. Y se inició el combate en los campos de Socabaya, llamado Alto de La Luna.

Previa proclama patriótica, por parte del Gral. Santa Cruz, que en sus partes salientes decía: “Éstos son los que declararon contra vosotros la guerra a muerte, los que nos cesan de insultarnos, y los que amenazan a Bolivia. Vedlos y castigadlos”.

El grueso del ejército de Salaverry, trató de ascender al cerro cercano, como real medida estratégica, sin embargo el Gral. Santa Cruz con la columna de Cazadores cortó el acceso.

Ambas fuerzas se aproximaron al Alto de la Luna o Socabaya con bravo heroísmo, desdeñando las balas enemigas, logrando ambas situarse a 50 pasos de distancia, una de otra. El fragor del combate fue terrible.

Las columnas de Cazadores comandados por el Gral. Sagárnaga y el Comandante Buitrago atacaron enardecidos; el batallón de la Guardia con el Gral. José Ballivián apoyó a la izquierda, y el Gral. Anglada a la izquierda, con instrucciones de avanzar de frente a bayoneta calada; el batallón Zapita seguía a la Guardia, y el 4to. de línea del Gral. O’Connor, al 2do.

Tres compañías del batallón Arequipa, comandadas por el Cnel. Peralta, batieron el flanco izquierdo enemigo.

Fueron 15 minutos de fuego nutrido, dos columnas enemigas intentaron flanquear el ala izquierda, pero el Gral. Ballivián, con el batallón de la Guardia, y el Zepita, los atacaron a la bayoneta, arrojándolos a la quebrada.

El Gral. Braun cargó con su caballería, deshaciendo a la caballería enemiga.

El triunfo fue completo. El ejército unido tuvo 242 muertos, y 188 heridos, el ejército peruano 600 muertos y 350 heridos.

El General Braun fue nombrado como primer combatiente en Socabaya, por su temerario valor al arrollar a la caballería enemiga. El ejército unido a la cabeza de su comandante, el Gral. Andrés de Santa Cruz, ingresó triunfante a la ciudad de Arequipa, siendo recibido con loas y aplausos.

Se ordenó que en el campo de Socabaya, en el lugar de la batalla se erija una columna de 60 pies de altura, con la siguiente leyenda: “El 7 de febrero de 1836, tres mil rebeldes fueron sepultados en este campo. El Ejercito Perú Boliviano, los castigó con su exterminio. Honor a la heroica ciudad de Arequipa”.

Más abajo se coloque las armas del Perú y Bolivia, a la derecha se inscriba los nombres de los cuerpos vencedores, y a su izquierda, los de los Generales y Jefes que concurrieron a la batalla.

Organizado en el cuartel general de Arequipa un Consejo de Guerra, formado por jefes peruano adictos al Protectorado y a la Confederación, condenó a la pena de muerte en la plaza principal al Gral. Felipe Santiago Salaverry, al Gral. Fernandini; a los Coroneles Solar, Cárdenas, Rivas, Carrillo y los Comandantes Moya y Picoaga.

S.E. el General Santa Cruz envió al presidente Orbegoso, dos estandartes pertenecientes al ejército derrotado.

Sociedad Bolivariana de Bolivia. Fundada en l926.