Bolivia no tiene por qué amedrentarse si decidiera desviar las aguas de manantiales del Silala, porque están en su territorio soberano. Una posible demanda boliviana por el uso indebido de estas aguas por parte de Chile, va a tomar su tiempo, mientras tanto el vecino está de plácemes, porque sigue usando las aguas sin pagar y así continuará por años, hasta que se viabilice la demanda ante organismos internacionales. La Cancillería y el Comité Cívico de Potosí conocen tal situación y tienen la responsabilidad de defender los derechos de propiedad de estas aguas.
No tiene que haber temor por posibles represalias armadas, ya que los chilenos procedieron sin consideraciones al desviar el Lauca, que es un río internacional, porque Bolivia y Chile eran copropietarios. Pese a este derecho, Chile actuó solapadamente para hacer el desvío, ocultando sus intenciones durante 26 años, sin darlo a conocer a Bolivia, que era copropietaria del río Lauca. Ocultó sus intenciones, sin importarle lo que diría Bolivia. La historia nos refiere que en ese tiempo, antes de la operación desvío, pasaron varios presidentes chilenos y bolivianos, entre ellos Saavedra, Segundo Guzmán, Siles reyes, Blanco Galindo, Salamanca, Tejada Sorzano, Toro y Busch.
Posteriormente durante la presidencia del Gral. Carlos Quintanilla, el presidente chileno Pedro Aguirre Cerda en el puerto de Arica dio a conocer la intención chilena del desvío del río Lauca para regar el valle de Azapa. Bolivia, con esta información extraoficial, hizo la primera observación teniendo en cuenta el derecho copropietario sobre ese río. Después vino la segunda observación, al enterarse Bolivia que se había destinado un monto de dinero para el proyecto del desvío. Un silencio comprometedor duró 8 años, sin que Chile dé explicaciones. Se sucedieron los gobiernos del Gral. Enrique Peñaranda, Gualberto Villarroel, Tomás Monje Gutiérrez hasta que en el gobierno del Dr. Enrique Hertzog Bolivia nuevamente supo de la intención chilena del desvío del Lauca, por lo cual la Cancillería boliviana hizo su tercera observación, pidiendo al mismo tiempo se le provea del proyecto de las obras y se constituya una Comisión Mixta, transcurriendo hasta entonces 26 años de silencio por parte de Chile.
Entonces la ciudadanía se pregunta por qué Bolivia no puede desviar el curso de las aguas del Silala, que están en territorio boliviano. ¿Hay temor para hacer esta operación soberana para el país? Existen fundamentos para proceder así en nuestro territorio y uno de ellos es el antecedente del desvío de las aguas del río Lauca, sin consultar a Bolivia, que era COPROPIETARIA.
Todo esto significa que ellos atropellan cuando quieren o les conviene, por ello Bolivia no tiene por qué consultar a nadie, porque son sus aguas y están en nuestro territorio, por lo que se descarta una posible intervención militar chilena. Por otro lado estamos declarados como un país pacífico. En el momento actual, no podemos esperar tanto tiempo para detener el uso gratuito de las aguas del Silala.
Los tiempos que vivimos no están para provocar políticas militares, porque si a Chile no le interesó la posición de Bolivia sobre el desvío del río Lauca, muy poco podrá hacer en el caso del Silala, porque no es propietario. Además tenemos a organismos internacionales que velan por la paz mundial, como el Pacto de Bogotá, la OEA y la ONU y el hecho de ser un país pacífico nos da garantía para no ser agredidos.
El autor es Profesor Emérito y ex Decano de Odontología UMSA.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |